El dolor de la pantera II

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Capítulo 27. El dolor de la Pantera II.


Después de que Roxanne lo ignorara, Grimmjow no se quedó con los brazos cruzados y fue tras ella, no tenía intenciones de dejar que ella no lo tomara en cuenta.


—Hola Roxanne ¿Cómo estás? —preguntó cordialmente Rukia.

—Hola Rukia-chan, estoy mejor, gracias por preocuparte—contestó amablemente la de ojos morados.

—Me alegra que estés bien—comentó Ichigo, mirando a la joven.

—Lamento que hayan tenido que perder tiempo buscándome. Supe que estaban tratando de rastrearme, por lo que me dijo Urahara-sama—contestó sonriendo cuando recordó al shinigami, haciendo que Grimmjow se pusiera furioso, algo que notó Ichigo.

—Mejor avisas la próxima vez que vayas a dar tus servicios a un shinigami,, zorra—aclaró el de ojos azules, llevándose un doble golpe por parte de Ichigo y Stark.

—No vuelvas a tratarla así, sexta.

—No puedo creer que ella aguante como la tratas, Grimmjow—comentó el peli naranja, viendo a la mujer.

—Lo que pasa es que no me afectan las palabras de alguien que no es nadie—acotó Roxanne.

—My lady, no debe aceptar que la sexta la trate así—dijo Stark, mirándolo con cara de pocos amigos.

—Ya lo he dicho Stark, para mí es como si el viento soplara. El simplemente, no existe—aseguró la mujer, sentándose en su pupitre al lado de Ichigo.

— ¡Nadie dice que Grimmjow Jaegerjaquez no existe! ¡¡Yo soy el Rey Pantera!!—exclamó apunto de atacar a Roxanne, pero esta se dio vuelta y lo detuvo con un solo dedo.

—Tú no alcanzas a ser un gato, sexta—dijo estoicamente la de ojos morados, haciendo que Grimmjow fuera humillado completamente.

—Viene la profesora, compórtate Grimmjow—ordenó la cuarta sentándose al lado de Sora.

—Muy bien, veo que han llegado todos a tiempo. Quiero comunicarles que les daré un poco más de plazo para que logren hacer sus trabajos con sus respectivas parejas, pero espero un gran desempeño por parte de todos—informó la maestra comenzando las clases.


Así fue como todos empezaron a tomar apuntes, pero había un alumno que estaba prácticamente en la luna. Grimmjow no paraba de pensar en las horribles palabras que Roxanne le había dicho, y no podía encontrar una justificación para aquello, por lo que decidió enviarle un papel a través de Rukia.


— ¿Por qué me estas tratando así? —escribió en el mensaje y se aventó con la shinigami. Roxanne lo leyó y lo rompió en varios pedazos.

—Veo que no quieren hablar contigo—dijo burlonamente la hermana de Byakuya.

—Ya veremos—contestó molesto el de ojos azules, escribiendo nuevamente otro papel.

— ¿Acaso te gustó tanto que no puedes aceptar que te boté como una basura? —preguntó nuevamente en un papel, que Rukia le dio a Roxanne.

"¿Acaso te gustó tanto que no puedes aceptar que te boté como una basura?"—la chica al leer esto se enfadó, pero hizo como si no pasara nada y le respondió para que pantera la dejara de molestar.

"Todo lo contrario, fue tan aburrido que voy a buscarme a un hombre de verdad"—contestó la de ojos morados, enviando el mensaje con Ulquiorra.


Grimmjow recibió el papel y al leerlo se quedó completamente en shock. Por primera vez una mujer ponía en duda su "hombría" y eso no podía permitirlo. Lo que él no recordaba era que estaba en clases.


—Grimmjow, sería bueno que pusieras más atención—recomendó la profesora, siguiendo con la clase, mientras el espada leía el recado de Zero sin poder evitar el reaccionar.

—¡¡Qué te has creído para decirme eso, maldita zorra!!—exclamó Grimmjow, dejando a todos los de la sala completamente impactados, sobre todo a la profesora.

— ¿Qué fue lo que me dijiste? —preguntó furiosa la maestra.

—No fue a usted, se lo dije a otra persona—contestó señalando a Roxanne.

— ¿O sea que usted trata asía una de sus compañeras de clase? —cuestionó casi con una vena saliendo de su cabeza.

—Ella fue la que me provocó—dijo defendiéndose como un niño.

—Estarás castigado después de clases Grimmjow y tú también Roxanne, por estar mandando papeles en clase—informó la sensei.


Así fue como siguió la clase, con Grimmjow furioso por el comentario de Roxanne y con ella totalmente molesta por tener que quedarse después de clases.

Luego de la hora de almuerzo, la mayoría de los chicos se fue de la escuela, a excepción de ambos espadas que debían quedarse en una sala de clases, mirando hacia la nada.


—Roxanne, nos pondremos de acuerdo para juntarnos a terminar el proyecto mañana ¿bueno? —dijo despidiéndose el peli naranja.

—Claro, no hay problema—contestó la de ojos morados, viendo como el shinigami era el último en retirarse.

— ¿No te das cuenta de que ese quiere hacerlo contigo? —preguntó burlándose la Zero.

—No todos se dejan llevar por eso de allá abajo—señaló la de cabellos negros.

— Te gustó ¿verdad? —preguntó arrogantemente el de cabellos azules.

—No, por algo no te he buscado, gato desabrido.

—No me digas que ya te acostaste con el shinigami que te trajo a la escuela.

—Ni si te ocurra hablar mal de Urahara-sama o te corto la cabeza, sexta—dijo la de ojos morados amenazándolo con una cuchilla en su cuello.


Después de la reacción de Roxanne, ambos espadas se quedaron sentados en sus respectivos puestos sin pronunciar palabra alguna, pero Grimmjow estaba afectado. Sin darse cuenta, ya estaba afligido por todo lo malo que le había hecho a Roxanne, pero ahora se sentía aun peor de darse cuenta de que no era nadie en la vida de Zero.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora