Wow no se imaginan lo difícil que fue decirle eso, sentía que mi corazón se me iba a salir y lo peor era que el solo me miraba y no decía nada. Hasta que……………………………………
Se bajó de la banca, quedando de rodillas, (Uff qué momento tan intenso, no tenía ni la menor idea que iba hacer)…… se abalanzo hacia a mí, me sujeto entre sus brazos, Oh…me abrazo tan fuerte, como si no quisiera que me fuera y me dijo:
-Gracias, gracias, por encontrarme, gracias por aparecer de nuevo.
Mmm, sin aliento, mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, en verdad no quería llorar; pero sus palabras había llegado al fondo de mi alma, esta persona estaba tan feliz de verme, sus brazos rodeaban mi cuerpo su rostro estaba en mi hombro; Ahh... podía sentir hasta el latido de su corazón, creo que en ese momento entendí que él era alguien especial.
No quería que ese momento terminara, sentir su calor, sentir sus latidos y aun sentir su respiración, no quería dejar de hacer eso.
-Aun no has respondido.
Inmediatamente el me miro, se levantó y me ayudo a levantarme (como todo un caballero).
-¿Que no he respondido aún?
-¿Si quieres ser mi guía?
-Es ¿enserio?
-Claro que sí, sé que eres de aquí, en verdad quiero conocer la ciudad pero me es muy difícil por favor ¿Ayúdame?
-Jajaja, en verdad que eres original, jaja solo dime qué quieres pasar tiempo conmigo.
-Ah… (Sé que era verdad, pero me apenaba que él lo dijera de esa manera) –Pues si no quieres, no importa buscare alguien que si me quiera mostrar la ciudad. Lo dije mientras me daba la media vuelta y empezaba a caminar.
-Espera, espera, jaja, ¿Acaso no tienes sentido del humor?
-¿Me vas acompañar?
-No puedo.
“No puedo.” En verdad no esperaba esa respuesta, quede congelada, no sabía qué hacer, ni que decir. Lo único que pude hacer fue voltear a verlo, y haciendo el mayor de mis esfuerzos sonreí y le dije:
-Ok, lo entiendo, Nos vemos después, cuídate mucho. (Mmm, no quería decir eso, pero entendía que él no pudiera pasar tiempo conmigo, además para el yo era prácticamente una desconocida, porque habría de salir conmigo).
Voltee y seguí caminando, quería salir corriendo pero no podía hacerlo en frente de él.
-Espera. Grito el
No podía voltear no quería escuchar nada más, simplemente empecé a caminar más rápido, hasta cuando él me agarro del brazo, y volteándome hacia él:
-Yo quiero ir contigo, pero no puedo, en verdad no puedo.
-No te preocupes por mí, además que razón tendrías para ir conmigo, tú y yo somos dos extraños.
-No digas eso, las cosas no son así.
-Tranquilo, algún día nos volveremos a encontrar. (Jaja, si lo ce algo dramática ¿No?)
Lo mire a los ojos y simplemente le sonreí.
-Suéltame, sigue tu camino yo seguiré el mío.
Trate de soltarme y le di la espalda para marcharme.
-No tengo dinero, en estos momentos no tengo dinero, estoy metido en un gran lío, y no quiero involucrarte.
Aunque él me decía que estaba en problemas, lo único en lo que podía pensar era que un poco de dinero impedía que saliéramos.