Sin perder el tiempo salí de casa, solo usaba una sudadera y una pequeña bufanda que Ji Yong me había obligado a usar ya que la ciudad estaba realmente fría esos días. Me apresuré a tomar un taxi; mi corazón palpitaba rápido, los nervios se apoderaban de mí ¿Vida o muerte, qué podría estar pasando?, tal vez el sueño que estaba viviendo se vería opacado y eso hacía que un fuerte sentimiento se apoderara de mí.
-¡Mire! Gracias.
Pasé el dinero al conductor corriendo a casa de mis padres. Mis piernas apenas y me hacían caminar, sentía eternos los momentos para llegar allí. Cuando por fin logré estar frente a la puerta timbré de manera nerviosa mientras ansiaba entrar a casa a ver qué era lo que estaba sucediendo.
Padre: ¡Hija mía! ¡Al fin llegas! (Me abrazó fuerte)
-¿Qué es lo que pasa? (Lo miraba nerviosa) ¿Están todos bien?
Padre: Sí están todos bien, pero ahora no hay mucho tiempo para hablar.
Mi padre sostuvo con fuerza mi mano y empezó a caminar halándome fuera de la casa, lo miraba asustada y confundida sin entender nada de lo que estaba pasando mientras él solo se limitaba a caminar sin decir una sola palabra.
-¡Pà…! ¿Qué haces? ¡Estas asustándome!
Padre: Últimamente todos se la pasan secuestrándote, hoy es el día de tu padre.
-¡¿Ah?! (Lo mira confundida) ¿De que hablas?
Padre: ¡No le contestes a tu padre y camina! (Reía)
-Pero…
Su mirada fue fija y cortante lo que hizo que cerrara mi boca y solo caminara a su lado sin entender absolutamente nada. Estaba tranquila al observar que no se trataba de nada grave; al llegar al auto mi padre abrió la puerta del copiloto invitándome a entrar; al hacer esto se dirigió hacia su asiento y empezó a conducir, lo hacía sin prisa y con una pequeña sonrisa que sacaba algunas risitas de mi boca.
-Creo que mi familia está completamente loca.
Padre: ¡Jovencita no me hables así! (Reía) Si fuera tu adorado Ji Yong estarías emocionada, pero claro como soy yo ni me determinas.
(Lo miré entrecerrando los ojos) -¿Esos son celos?
Padre: En lo mas mínimo, es la verdad nada mas que eso.
(Reí) –Appa, pero si tu eres único y eres mas importante que Ji Yong.
Padre: Eso, dime lo que deseo escuchar.
Entre comentarios tontos y risas estuvimos en el auto. Mientras el manejaba por la ciudad, observaba que nos alejábamos cada vez mas entrando en una carretera que dejaba atrás la ciudad que parecía estar mas apurada de lo normal; miraba por la ventanilla la mañana que se hacía presente con un hermoso sol iluminando todo, mi padre desvió por la carretera entrando a lo que parecía ser una finca o eso era lo que creía, tras entrar un poco mas me percaté que era un restaurante campestre.
-¿Qué hacemos aquí?
Padre: Te dije que hoy sería mi día.
-Muy bien, muy bien.
Aparcamos el auto, luego de eso bajamos, era un lugar realmente hermoso; arboles grandes y frondosos estaban por todo el camino, una gran cabaña esperaba al fondo mientras que los rayos del sol se colaban por las ramas haciendo que las flores que empezaban aflorar lucieran realmente hermosas e iluminadas.
-Este lugar es hermoso.
Padre: Es un lugar perfecto.
Al llegar a la entrada una joven vestida de manera elegante con camisa, pantalón negro y un corbatín nos sonreía de manera cortes realizando una habitual reverencia al observar que ya estábamos cerca.