Bobbie POV.
Procuré ponerme normal. Sin destacar. No va a pasar nada con Niall. Hoy he empezado de nuevo con Harry. Todo va a estar bien. Vamos a ser amigos, como antes. Sin confusiones, con las cosas claras.
Mi cabeza pensaba con demasiada rapidez y noto como empiezo a marearme.
-Niall no me ha dicho nada. Me parece fatal-se queja Irene mirando a su móvil.-Si quiere volver a conquistarte, podría habérmelo contado.
-No quiere volver a conquistarme. Solo tiene que hacerme fotos para una revista. ¡Voy a salir en una revista!-digo emocionada, haciendo un bailecito con el cuerpo.
-En verdad, si quiere conquistarte, Boo-dice Alex asomando su cabeza por la puerta de su cuarto.-Ah, por cierto. Joder, casi se me olvida, hostia. Mañana son las pruebas del equipo de fútbol. Más vale que nos cojan a las tres, esforzaros. ¿Vale, putas?
-¿Mañana?-pregunta Irene asombrada.-Yo no me se ni las reglas del juego.
-Y eso que mas dará-rie Alexandra.-Lo importante es ir monas-sale del cuarto, mostrando todo su cuerpo con unos pantalones cortitos de deporte blancos y una camiseta rosa ajustada a sus pechos bien proporcionados.
-Quiero tus tetas-la digo sincera. Ella se las agarra y las masajea.
-Tienes envidia ¿eh? Mira como las toco-dice juguetona.
Irene se acerca a ella y la toca un seno y la mira con chulería.
-Yo también puedo tocarlos. No es lo más raro del mundo-dice.
-Me voy. Sois unas putas petardas-cojo mi bolso y un abrigo marrón y busco mis llaves y el móvil.
-¿Como no nos contastes lo de Harry?-pregunta Irene. Yo miro directamente a mis dos amigas y sonrío al pensarlo.
-Ni siquiera yo lo sabía. En verdad lo hemos hecho oficial hoy-las digo con una sonrisa juguetona.
-¡Oooooh, que monadas!-grita Irene.
-¿Cuando te lo vas a tirar otra vez?-grito Alex emocionada. Las dos se ponen a reír y a chillar en una mezcla de sonidos un tanto absurdos y yo me voy sin decirlas adiós. Salgo del piso y un aire fresco me golpea en el pelo. Ya no huele a invierno, huele a flores. El sol se deja ver entre alguna nube y los arboles empiezan a florecer.
Cogí un bus que me llevó a casa de Niall y me encontré en la puerta, preguntándome si estoy dispuesta a verle de nuevo, de estar a solas de nuevo.
¿Llegué algún día a descubrir lo que sentía por Niall?
No, no lo hice.
«¿Que sentía por Niall?»
Horan abrió la puerta vestido con unos vaqueros ajustados a sus delgadas piernas y una camiseta de tirantes de las que siempre lleva para todo. Mira al cielo y frunce el ceño.
-Los primeros rallos de sol que tenemos desde hace unos meses-me deja pasar y me quito el abrigo.
Nunca había entrado a su casa, tan solo le había acompañado hasta la puerta en bus varias veces. Era mas bien pequeñita, sin estilo, pero acogedora. Niall vivía solo desde hace tiempo y todo estaba hecho a su estilo. En el salón había colgada una bandera irlandesa llena de firmas. El me pilló observándola y se puso a mi lado.
-Antes jugaba a fútbol -explicó.-Tuve una lesión de rodilla y lo dejé. Fue una despedida.
-Menuda pena-le miré mientras él contemplaba la bandera. De repente se giró y echó una sonrisa triste.
-Esta bien, vamos-me llevó a una habitación en la que había una ventana con cortinas blancas y una cama desecha.
-¿Que hacemos?-le preguntó. Me quito la cazadora y la dejo sobre una silla.
-¿Quieres posar en ropa interior? También las aceptan-me guiña un ojo y me pongo roja como un tomate. Me mira de reojo y ríe.-Es broma, vamos. Me han dado un vestido blanco que quieren que te pongas. Esta en el armario. Te espero fuera, cuando estés me avisas-me cambie rápidamente, poniéndome un vestido blanco roto precioso. Era largo y de seda, con un cinturón blanco marrón de cuerda. Era bastante normal, pero era precioso.
Niall pasó e intentó esquivarme la mirada.
-Colocate en la ventana. Juega un poco con las cortinas-me indicó. Yo hice lo que me pedía y empezó a sacar muchas fotos. La claridad del día entraba por los cristales formando un ambiente tranquilo.
-Ahora vete a la cama y ponte el pelo un poco menos aplastado.
-No esta aplastado-le replico molesta. Él me mira con cara de que él que es el que manda y me despeino un poco.
-Mejor-la cama era de las que tienen cuatro palos de madera hacia arriba, cubierta arriba por una tela. Era antigua y cuando me movía sobre ella chirriaba.
Él empezó a recoger y salió de la habitación diciéndome que me cambiase, que habíamos acabado. Su tono serio y sus escasas sonrisas demostraban que estaba enfadado conmigo y que quería tener el mínimo contacto posible.
Salí de la habitación, indignada, con el vestido aún puesto. El se giró con la cámara en sus manos y entonces hice un contacto intenso con sus ojos. Me miro de arriba a abajo con indiferencia.
-¿Ha ocurrido algo?-me pregunta cortante.
-¿Que demonios te pasa?-le grito.-Me dices que me olvide de lo que pasó para que hagamos unas simples fotos y tu te comportas como si...-me quedé trabada. No sabía como decirlo mirándolo a los ojos.
-¿Como qué, Boo?-dejó su cámara en la mesa del comedor y se acercó a mi.
-No lo se. Ni siquiera se lo que pasó para que no quisieras volver conmigo a Londres.
-Que te tiraste a Harry, mientras que tu y yo teníamos algo.
-No, Niall, no teníamos nada-le dije haciendo un gesto con la mano.-Y encima no me tiré, pasamos la noche juntos. Hablando, arreglando las cosas, ni siquiera me acerqué a su cuerpo.
Niall me miró fijamente, creyendo de verdad mis palabras. Pero yo tenía que dejar las cosas claras, quiero ser feliz con Harry, y ahora que al fin lo voy a conseguir, quiero hacerlo bien.
-Volvimos esta mañana-le dije. En su cara se dibujó una sonrisa de lado, tristona.
-Solo quiero que seas feliz.
-No me digas eso, por dios-dije cansada. ¿Por qué siempre es tan dulce? ¿Por qué no puede tener mas maldad dentro de si mismo? Le van a pisotear mucho en esta vida.
-Es la verdad, si eres feliz con él, adelante. Pero no me pidas que no me comporte así contigo, es lo que me sale. Si no soy esquivo voy a terminar cagándola y tu novio me va a partir la cabeza.
Reí ligeramente y él sonrió un poco.
-¿Donde cree que estas?-me pregunta riendo.
-Estudiando Química en algún sitio. La voy a dejar este año, no me entero de nada-le explico.
-A mi se me da bastante bien-busca algo con los ojos y de entre un montón de papeles saca un libro de Química.-De hecho, me gusta tanto que la estudio por mi cuenta. ¿Quieres no engañar a tu novio?
Me senté en la mesa y di una palmadita sobre la madera.
-Estudiemos química.
Holaa. Este capítulo es mas largo de lo que pensaba, por lo que la descripción la haré en el siguiente. Espero que os haya gustado, os quiero.
Un beso!
(Dedicado a @momo10gp)
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Las jugadas de la casualidad.
Teen Fiction«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»