Bobbie POV.
La clase era un completo agetreo. Faltaban los examenes finales y los profesores creían que era hora de planear la fiesta de final de curso. Los de último curso y los del primero (ea así, nosotros) planeabamos todo: la comida, la bebida, la temática, la decoración...
Harry se acercó a mi oído y me besó la mejilla agarrándome de la cintura. Esta metido en juzgados por la pelea que tuvo hace dos meses con James, quien se marchó de su casa y puso una denuncia. Está extresado y se nota en su delgadez. Llevamos dos meses con nuestras idas y venidas, pero dentro de lo que cabe, se puede decir que estamos en calma. Nuestro tema de discursión son las drogas, un tema en el que Alex y Zayn están ayudando mucho. Malik por ser su primo y Alex, por pasar tiempo con él.
La verdad es que son una pareja preciosa y se llevan muy bien. Si, soportar a Alexandra cuando tiene la regla es una cosa complicada, pero Zayn se va adaptando. Hasta dice más palabrotas que antes. Su radio gana mucha audiencia desde la llagada de Alex y eso a el reportero le viene de perlas. Su relación sigue siendo en secreto y nadie parece enterarse, son muy buenos en guardarlo.
Irene está estudiando en casa. Su barriga de casi cinco meses se nota, y prefiere guardar las distancias con la universidad, por si le quitan la beca que obtuvo para entrar. Louis y ella han comenzado a ser una pareja. Se les nota encariñados, pero no lo suficiente. A veces solo les mantiene juntos la criatura. Alberto hace como que no sabe nada y nos trata como alumnos normales, lo que es un punto a su favor. Lo de Irene no ha influido en las notas de ninguno, menos de ella. Sigue siendo una chica sobresaliente.
Llevo tanto sin ver a Niall que apenas recuerdo el brillo de sus ojos y la paz que sentía al estar con él. Esa euforia que rondaba por mi cuerpo al estar juntos. Lo que sentí cuando os besamos...Pero, ¿qué era eso para mí? ¿qué es?
Pasado.
Es pasado. Y era algo incompleto. Me explico: no me llenaba. No me hacía estar del todo satisfecha. Y el por qué tiene nombre y apellidos.
Noté sus manos en mi cintura y me giré para besarle. Sus ojos verdosos se achinaron por culpa de una sonrisa y buen, aqui está.
Él es mi por qué.
El por qué a cada una de las preguntas de mi existencia. El por qué que me hace feliz. Harry es como las notas en una melodía. Como las nubes en un cielo azul. Como la luna por la noche. Como los pétalos de una flor.
Como algo necesario en una cosa. Necesario en mí.
—¿En qué piensas, Boo?— me preguntó sacándome de mis pensamientos.
—En qué todo está calmado ahora, ¿sabes? Todo esta bien, todos estamos bien. Vamos a acabar nuestro primer año de universidad, intactos. Miranos,—miré como nuestros amigos miraban papeles y decoraciones— preparando una fiesta, felices...
—¿Hay algún problema con eso?— pregunta extrañado. Yo negué rotunda y sonreí.
—Que va, es genial.
Le besé de nuevo y todos comenzaron a hacer "Uhhh" y nos separamos riéndo por lo gilipollas que son algunos.
—¡Harry, cabrón! Ven a ayudar-gritó Liam.
—Ese lenguaje, Payne—le advirtió el profesor que se encargaba de nosotros en esta hora.
Harry me dio un último beso y se fue a ayudar. Yo me quedé ahí mirándoles, observando el ambiente. Felices, contentos...Como si no pasara nada. Pero después de la calma viene la tormenta. Y yo traigo una gorda.
Alex se acerca a mí y me abraza.
—¿Estás bien?—preguntó en mi oído dandome un beso.
—He intentado decírselo, Alex. Pero no puedo. Y menos aquí, delante de...todos.
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Las jugadas de la casualidad.
Novela Juvenil«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»