Martes~
He estado esperando todo este tiempo, para finalmente decir.
Pero ahora veo que tu corazón esta cogido.
Pero Bobbie, yo te ame primero.
El primer toque, el primer beso.
Yo te ame primero, ¿porque no lo puedes ver?
Eso es lo que mas me duele,
nunca lo sabrás.
Pero yo, te ame primero.
Mire a Lou desconcertada mientras leía la carta. He decidido contárselo al fin. Me ha preguntado varias veces el motivo por el que Harry y yo rompimos. Y le he enseñado la carta anónima que me ha llegado hoy también.
-Las hace a ordenador...Es listo.-Comenta sin dejar de mirar al papel.-Y un puto cursi. ¿No?-Ahora se ríe mientras me mira. Yo frunzo el ceño, cosa que hace que el ría mas.
-Es bonito.-Le digo.-Y misterioso.
-¿Aun con lo que ha pasado entre Harry y tu, sigues teniéndolas todas?-Doce moviendo los sobres que están encima de mi colchón. Yo asiento un poco triste, por culpa de estas cartas estamos separados. Pero si no llega a ser gracias a ellas. no sabría lo cabrón que era él.
-Me tengo que ir, Louis.-Le informo.-¿Te vas a quedar con Alex e Irene estudiando?-Nos levantamos de mi cama y él asintió sonriente. Salimos de mi cuarto para encontrarnos con Alex e Irene con unas cucharas apuntandose la una a la otra.
-Dame el puto mando.-Dijo Irene. Alexandra la sacó la lengua y corrió saltando en el sillón.
-Ni loca. ¡Tu lo que quieres es ver Amar en tiempos revueltos! Reconócelo.-La grita ésta.
-Alexandra, no me toques los cojones.-Dice Irene algo cabreada.
-¡Alex! ¡No me llames asi, hija puta!-Alex cayó tumbada en el sillón por el empujón de Irene.
-Chicas, parad anda.-Dijo Louis. Sus cabecitas salieron del sillon arrepentidas, él y yo reimos.
-Marcho ¿va? ¡No quemeis la casa!-Dije poniendome un abrigo para taparme. Llevaba unas botas hunter con unos pantalones cortos negro con medias gordas del mismo color. Por encima una camisa blanca con una chaqueta marrón por encima, cubriendo mis brazos del frio de hoy.
-¿Marchas con el tal Niall ese?-Me pregunta Irene guiñandome un ojo, juguetona. Yo enrojezo mientras los tres me miran.
-Adiós.-Me despedí dando un beso a cada uno.
-Puta Bobbie, ¡modelo! ¡lo que me faltaba!-Oí gritar a Alex antes de irme. Cerré la puerta y suspiré. ¿Por qué tengo unas amigas tan locas? Menos mal que no duermo con ellas. Cuando decidimos repartir las habitaciones hicimos un acara cruz y a mi me tocó la habitación individual y a ellas la de dos. ¡Que se jodan! ¡Por putas!
Camine. Nevaba un poco. Mi pelo se lleno de puntitas blancas, como una película. El aire frio me removia el pelo y me despeinaba. ¿No queria el rubio este normalismo? Pues ale. Llegué a la plaza en la que habíamos quedado y el se levantó del banco y me dió dos besos.
-Estas muy guapa, ¿no tienes frio?-Me pregunto con una sonrisa. Yo le correspondí el gesto y mi interior se revolvió al sentir nuestro cruce de miradas tan intenso.
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Las jugadas de la casualidad.
Novela Juvenil«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»