-¿Quieres?-le ofreció Harry mientras se sentaba en el sofá, al lado de su amigo.
-Gracias-contestó Louis sonriente. Liam entró medio riendo en el salón y los dos le miraron con el ceño fruncido.
-¿De qué te ríes, cabrón?-le preguntó Styles.
-He invitado a Irene a que venga. Estábamos hablando por Whastapp y bueno, como estaba sola pues ha dicho que en 5 minutos está aquí.
-¿Y por qué no me avisas? Hijo de puta.-grito Louis histérico, devolviendo a Harry la bolsa de patatas que le ofreció antes.-Voy a vestirme. ¿Puedo coger tu ropa, Harry?
-Eso te pasa por estar siempre en nuestra casa, en vez de en la tuya.-le culpó Liam.
-Mi casa, querrás decir.-dijo Harry calmandolo con la mano, tras echar una amplia sonrisa y tumbarse cómodamente en el sofá entero.
-Lo que sea.-Tomlinson se metió a la habitación de Harry y miró en su armario. Buscó una camiseta de color azul marino y unos pantalones de chándal. Tampoco es que fuera mejor antes, pero sus pantalones estaban rotos y viejos y llevaba una camiseta de tirantes bastante normal.
-¿Cuando la vas a decir que la amas?-Harry finge una voz burlona y de película. Lou salió de su habitación y le miro con mala cara.
-Nunca. Y ya os he dicho que no os metais en este asunto.
-Pero Louis, haber-Liam se aclara la garganta.-Llevas colado por ella prácticamente desde hace 2 años.
-Tres, tres años.-le corrige Harry burlón.
-Y tu estas coladito por Bobbie y tan solo la conoces de hace dos meses y algo...-contra-atacó.
-Callate.-le ordenó Styles.
El timbre resonó por toda la casa. Los chicos se miraron juguetones entre sí.
-Abro yo.-se adelanta Louis, caminando hacia la puerta.-Nada de comentarios, gilipollas.-susurró. A continuación abrió la puerta, dejando ver a Irene con el pelo liso, una blusa rosa y unos pantalones largos rosas claritos con tacones marrones.
-Hola.
-Hola.-la chica se acercó y le dio un beso en la mejilla, cosa que él sintió incómodo y se movió algo raro.-¿Pasa algo?-pregunto Ire mirandole simpática.
-No, nada.-dijo desinteresadamente.
-Hola, Irene.-saludó Harry para cortar el rollo de la conversación. Ya habían notado todos a Louis algo molesto.
-Hola, Styles. -dijo ella sonriente. Pasó al salón y dejó unas bolsas de la compra en la mesa.-Me he pasado por el súper mercado y os he comprado: huevos, salchichas, hamburguesas, pan y cervezas.
-Te amo muy fuerte.-dijo Liam gracioso mirando dentro de las bolsas la comida.
-Se que lo vuestro no es hacer la compra y he comprado lo básico y lo que sabéis hacer.-ella les guiñó el ojo simpática y miró a Louis.-Ya se que tu compra te la hace tu madre, pero mira: te he traído chocolate del que comíamos de pequeños.-Irene sacó la tableta de chocolate envuelta en un papel morado de Nestle y se la mostró con gracia.
Tommo se cruzó de brazos y la miró con el ceño enfadado.
-Ellos son como los adultos inútiles y yo soy como un niño pequeño ¿no? Me calmas con chocolate.
-¿Se puede saber que diablos te pasa, Louis?-dijo ella molesta, elevando un poco el tono.
-Voy a poner...La compra en la nevera.-informa Harry cogiendo las bolsas yendo de camino a la cocina.
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Las jugadas de la casualidad.
Roman pour Adolescents«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»