Harry POV.
Sabía que Bobbie estaría allí, que tendríamos que haber hablado hace unos días. Pero había algo que me decía que la futura conversación se transformaría en una despedida. Para siempre.
Tampoco tenía ganas de encontrarme a Liam. Mi mejor amigo me la había jugado de forma muy cruel y jodida, y yo se la guardaría por esto. Todo esto es su culpa. Mi mierda de vida no lo era, pero si en la persona que me he convertido. Nunca había echado la culpa a mi amigo, pero joder, la tenía.
Siempre pensé que me había integrado entre sus amigos y me había enseñado a conducir y a drogarme por mi bien. ¿Mi bien? Eso no existe. Mi vida estaba hundida, y por culpa de Liam ahora estoy bajo tierra.
Y cuando pensaba ver una luz en el camino, el imaginarme un tipo de futuro con Boo, joder que bobada. Mis ganas de ser feliz me habían vuelto a pasar una mala jugada. Yo nunca seré feliz, estoy condenado a que la gente que me importa se vaya.
Estoy harto de eso. Ojalá existiera un interruptor con el que desactivar todo lo que siento y ser una piedra que no sintiera.
Tampoco sentiría cosas buenas, pero al menos, tampoco sentiría las malas.
-¿La echas de menos?-pregunta la chica que tengo apoyada sobre mis muslos. Yo la peino el flequillo y fumo algo que no llego a saber que es.
-Solo llevo tres días sin verla-echo el humo hacia arriba, para que no le en la cara a Paula.
Aun que, ¿desde cuando me importa lo que le pase a una tía? Que se joda. Y más si es la ex-novia del cabrón de Liam.
-Liam es un hijo de puta. Hasta Bobbie se merece algo mejor...-susurra tragando todo el alcohol que puede de un trago. Nunca había visto a una chica tan pequeña y delgadita como ella bebiendo tanto.
-También se merece algo mejor que yo.
-¿Irás hoy al cumpleaños del tio este del equipo de fútbol?
-Sólo estamos retrasando lo inevitable-digo, cogiendo unas pastillas que me dieron unos "amigos" y tragandome unas cuantas. Si ahora me diera un algo, tampoco me importaría.
-¿Vas a dejarla, no es así, Styles?-Se incorporó y me agarró la cabeza, retirando mi pelo sudado de la frente.
Yo miré a la chica, y no sabía que contestar. Ni siquiera puedo pensar con claridad, estoy demasiado colocado ahora mismo.
Acercó sus labios a los míos. Tan solo los rozamos. Yo me levanté y salí de aquel sitio que ni siquiera sabía cual era. Me despedí de la gente con la que estábamos y me dirigí a el asqueroso cumpleaños.
¿Por qué mi cuerpo pedía con tantas ganas ver a Bobbie?
No lo sé. La voy a dejar.
¿Por qué?
Soy completamente gilipollas. Soy un maldito mierdas. Y por eso ella buscó consuelo en Liam y no en mí. Cuando parecía que todo estaba bien, mi mundo se ha venido abajo.
Bobbie y yo no estamos hechos para estar juntos. Por muy jodidamente que este enamorado de ella.
Paula es una tía cojonuda, bien dotada de todo y era más mi tipo. Ella podría aguantar toda mi droga y mis borracheras y no echarmelo en cara.
La cuestión es que ¿es eso lo que yo deseo?
Llegué a algún lugar que no sabía cuál era, pero al oír una música de fondo supuse que era una jodida fiesta de cumpleaños.
Busqué entre la gente. Mi cuerpo estaba mareado y una sonrisa ocupaba mi rostro sin razón. Una mano me agarró el hombro y Louis me intimidó con sus ojos azules.
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Las jugadas de la casualidad.
Dla nastolatków«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»