Capítulo 6. Kayak.

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Alex corrió a abrir la puerta, ya que segundos atrás había sonado el timbre. El de correos era un hombre bastante atractivo.

—Gracias—le guiñó un ojo coqueta y cogió todas las revistas, cartas y publicidad.

Cerró la puerta, no tras antes dedicar una dulce sonrisa al cartero cachondo.

—Joder—susurró para si misma.—Buena forma de empezar la mañana.

—¿Han traído las cartas?—la pregunta Niall.—Mis padres a veces reciben el correo aquí.

Alex le entregó las cartas que ponían "Sr. Y Sra. Horan"

—¿Sabes Niall? Eso de que tengáis una casa en medio Irlanda y otra cerca de la playa, da gusto. Tus padres si que saben en que gastarse el dinero.

Se llevó las revistas consigo y se sentó en una ventana dónde la luz era abundante. Los árboles a penas se movían una pizca. El sol caía justo desde arriba, haciendo que el calor aumentara. Alex tan solo iba en bikini y una camiseta de tirantes algo larga. Y aún así hacia calor, demasiado.

—Mmm...—obsevó la portada de la revista, en la que Zayn aparecia con ropa de chándal fumando un cigarro.

«Notición: página 23»

La curiosidad pudo con la sabiduría y Alexandra buscó a toda velocidad entre las páginas.

—Hace unas horas la cantante Perrie Edwards nos ha confirmado, entre caras serias, que Zayn y ella han roto su compromiso.  Las razones son desconocidas para todos. Pero hay rumores de ¿Zayn esté con otra?

—¿Qué lees?—le pregunta Irene, que recién levantada se sienta delante de su amiga.

—Zayn ha roto con Perrie—la informa sin más.

Las dos amigas se quedan impasibles mirándose, sin decir nada.

—¿Le quieres?—pregunta la castaña.

—Creo que no—responde Alex.

—No me mientas.

—No lo sé.

Otra vez cruce de miradas intensas.

—¿Quieres que vuelva?—pregunta Louis, que aparece detrás de Irene, dando a entender que lo ha oído.

—No, pero quiero explicaciones. Las necesito. No es fácil imaginarse la respuesta del otro.

**

Bobbie POV.

Besé la mejilla de Ángel y me coloqué el bolso en el hombro. Agarré la maleta con mi puño y suspiré.

—¿Seguro que no quieres que te lleve yo al aeropuerto? Papá cada día conduce peor.

Yo río y miro a mis padres hablando entre ellos en la cocina.

—Hacia tanto tiempo que ambos no estaban tan felices—le susurró y él me devuelve una sonrisa.

—Pienso igual.

Papá se me acerca con las llaves del coche en la mano.

—Ay mi pequeña, cuidate. No te esfuerces mucho en la canoa esa—me advierte mi madre. Yo la beso la mejilla y la abrazo.

—Dejad de tratarme como una cría, por dios—les sonrío irritada.

—¿Acaso no lo eres?—Angel me remueve el pelo y mi padre y yo empezamos a andar hacia el coche.

Los días en casa han sido fantásticos. Todo era tranquilo. Los cuatro veíamos programas absurdos por la noche y reíamos sin parar. Los años no habían pasado para ninguno. Pero ya era de nuevo sábado y Harry me esperaba.

Las jugadas de la casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora