-Señorita, Bobbie.-Me dice Alberto. Yo le miro y le sonrío. Dios que bueno esta, que culo tiene y que puta voz mas sexy. No se lo que esta diciendo pero le oiría todos los días de mi vida. Y pensar que la guarra de Irene esta con él. ¡Madre mía! Que envidia.
Gire mi cabeza y vi a Harry sentado concentrado en hacer un dibujo en el libro de Historia. Sonreí al verle sacar un poco la lengua, era gracioso. Tampoco tiene nada que envidiar a Alberto. Harry es estupendo.
-Bobbie, ¿me esta oyendo?-Yo sacudi la cabeza para espabilar y mire a Alberto. Toda la clase me miraba y yo sonrei juguetona.
-Puede llamarme Boo.-Le ofrecí. Él sonrío y toda la clase rio.
-No me interesa, señorita. ¿Me va a decir la definición de...?
-¿Para quiere saber una definición si usted mismo ya la sabe?-Le pregunto graciosa. La clase ríe y todos me miran.
-Bobbie...-Me susurra Irene, como para que yo sobreentendiera que le debía un poco de respeto a su...Rollo. Mejor llamemoslo rollo.
-¡Que graciosa esta hoy la señorita! ¿No?-Me pregunta Alberto irónico.-Vamos, Bobbie, vete a pasartelo bien al otro lado de la puerta.
-Por supuesto.-Di una palmada sobre mi pupitre y me levanté muy contenta. Caminé observada por toda la clase, el centro de atención. Perfecto. "Notese la ironía"
-La acompaño, ¿Eh, Alberto?-Me giré y Harry ya estaba de pie con la intención de acompañarme. Oh dios, Harry. Que idiota puedes llegar a ser.
-Sientese, Styles.-Le odena el profesor. Él resignado se sienta y desde su sitio me guiña un ojo. Yo le miro con asco y salgo de clase. Es que es idiota, madre mía.
Salí al pasillo. ¿Y si me piro? No haría daño a nadie. Pero ¿a dónde voy? No tengo nada que hacer. Dar un paseo. Si, probablemente sea lo más oportuno.
Salí a la calle, no llovía, pero tampoco tardaría mucho. Unas nubes espesas cubrían el cielo de esta mañana en Londres. Camine despacio, sin pensar en nada pero pensando en todo. No se si lo entendeis. De esto que piensas bobadas como en plan...¿En un mundo paralelo, nos enterraran en el cielo y subimos a la tierra? O...¿Porque decimos que nos sentamos en la mesa si en realidad nos sentamos en la silla? Dios estoy delirando. Quizás deba comer algo. Cuando tengo hambre digo muchas bobadas. Si...Necesito comer algo.
Entre a una cafetería cercana. Me senté en una mesa y pedí un café descafeinado con una pastita. ¿Por que el café descafeinado se llama café si es descafeinado? Este mundo no tiene sentido.
"Tu no tienes sentido, Boo"
Mi voz interior es odiosa. Siempre tiene razón. Debería dejar de dar paseos y estar tanto tiempo sola pensando, me esta afectando.
Un chica morena, con el pelo cortado a lo chico se sentó en la silla que tenia yo en frente. Me estrañó.
"Sientate, tienes mi permiso ¿eh?"
Tenia la cara redondita con unos ojos achinados y marrones mas bien negros. No era guapa, pero con la forma en la que iba vestida, el corte de pelo moderno y así, esta muy muy decente.
-¿Deseas algo?-La pregunte un poco irónica, sonriendo.
-Un chico muy guapo me ha dado esto para ti.-Saco una carta de su bolso y me la entrego. Era un sobre que ponía "Bobbie"
Oh dios mio.
-¿Quien te lo ha dado? ¿Podrias darme la descripción del chico?-La pregunte nerviosa, mirando hacia todos los lados. Pero nadie me era familiar. Dios, este anónimo le da mil vueltas a mi inteligencia.
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Las jugadas de la casualidad.
Novela Juvenil«¿Crees en la casualidad?» Entonces lo miré y lo agarré por el cuello decidida. «A la mierda la casualidad»