Capitulo 54. Yo nunca.

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Bobbie POV.

No se ni como ni porque pero estábamos todos sentados en el suelo en frente de una discoteca. No teníamos razón para salir hoy, pero Louis la encontró sin problema.

Hoy era el día del tanga.

Os contaría la historia, pero tampoco es muy agradable.

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Íbamos caminando de camino a casa, todos juntos. Vimos pasar a unas adolescentes de 16 años con leggins. Entonces los chicos se fijaron en sus culos, comprobando que no se les notaban las bragas. Llegando a la conclusión del tanga. Y al inteligente de Louis se le ocurrió la brillante idea de que hoy salíamos, para celebrar el día del tanga.

**

La cuestión es que ahora todos me miraban y yo solo reía sin parar.

—¿Llevas o no?—me pregunta de nuevo Zayn.

—¡A ti que mas te dará!—le grita Alexandra con unos celos notables.

—Queremos saberlo todos.—se defiende Zayn.

—¡Dilo, Boo! Es el día del tanga. ¿Llevas o no?—insiste Louis. Yo miro a Irene buscando ayuda pero ella solo se ríe.

—Si, si llevo. —digo al fin. Todos estallan a carcajadas.

—Os lo dije.—comenta Liam serio.

—¡No te pongas cachondo Harry!—grita su primo. Styles le da una torta detrás de la cabeza, pero a Malik solo le hace gracia.

—¡No toques a mi amigo!—le defiende Payne abrazando a Zayn.

—¿Podemos entrar a la puta discoteca?—pregunta Alex rabiosa. Se levanta y todos se quedan mirándola el culo.

—¡Otra que lleva tanga!—dice Liam. Zayn, que esta abrazado a su amigo le pega un puñetazo en la barriga.

—No la mires, cabrón. —se queja. Liam le mira extrañado, al igual de todos. Lo dice como si fuera su propiedad o algo.

—No llevo tanga. Llevo bragas.—dice Alex.

—Eso dicen todas.—comenta Louis riendo.

Entonces Alexandra se pone de espaldas a nosotros y se levanta el vestido, sin importarle que estemos en plena calle. Dejando ver unas bragas rojas muy sexys. Fue un segundo, pero lo suficiente para ver su perfecto culo. Nos miró con orgullo y añadió:

—Joderos, cabrones.—me agarró la mano y tiro de mi hacia arriba. Pronto me encontré de pie y mis piernas moviéndose dentro de la discoteca.

—Tengo que decirte algo.—se para y me mira.

—¿Qué?—la pregunto.

—Le voy a cortar los huevos a Alberto.

—Yo también.

Las jugadas de la casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora