Capítulo 49. ¿Por qué me quieres?

2.5K 105 18
                                    

Bobbie POV.

—¡Niall Horan!

Todo el mundo a mi alrededor se levantó. Yo me sujeté al siento sin creerlo. Todo a los lados se paró y ni siquiera oía las enhorabuenas de Maura y su marido. Greg me hizo levantarme y despertar con una sacudida por los hombros. Me moví hasta el escenario que Niall me indicaba con las manos con una sonrisa imparable con la que podría alumbrar el mundo. 

-Gracias a todos de verdad, no se cómo agradecerselo.-Dijo por él por el micrófono.

Llegué y me abrazó tan fuerte que nuestro enfado y todos los problemas se estrujaron, desapareciendo a su paso.

-¡Y gracias a esta preciosa chica, Bobbie! Sin ella no hubiera sido posible.-Enganchó nuestras manos y con la otra levantó el premio. Todo el mundo empezó a chillar y a celebrar, abriendo botellas de champang. Total, era noche de reyes. Había que aprovechar, ¿no?

Una canción sonó en el teatro y camareros trajeron bandejas por toda la sala con canapes y algo de comida, todo muy bien presentado y con una pinta esquisita. Todo era perfecto. Risas, sonrisas, agradecimientos y enhorabuenas. Tanto Niall como yo estábamos todo el rato rodeados de gente y todo era nuevo para mí.

No soy una chica demasiado delgada, ni soy del todo guapa. Soy lo mas normal, común y del montón del mundo.

¿Quien me iba a decir a mi que iba a ser una modelo?

—Niall, me voy a tomar el aire.—le informé cuando pude escaparme de unas cuantas chicas.

—Espera, te acompaño.—me agarra un brazo para retenerme y hace el amago de decírselo a su compañía.

—No, tu disfruta de tu fiesta. Vuelvo en cinco minutos.—le sonreí y me fui sin más.

Hacía muchísimo frio y la tonta de mi sin abrigo. Unas gotitas de nieve caían, pero al menos no estaba el suelo nevado como ayer por la noche. Cuando Niall tocaba la guitarra y yo simplemente le escuchaba. Fue un momento tan tierno.

¿Por qué no son todos los hombres del mundo así?

Pero es que teniendo a Niall, ¿para qué querer más?

Un taxi deambulaba sin rumbo por las calles. No sabia ni a donde iba, tan solo hacia eses sin sentido. Yo le observé desde el banco apoyada en mi propia mano. Se que tendría que estar ahí dentro con Niall, que el presumiera de modelo. Pero había demasiada gente y me agobiaba estar en sitios cerrados. Soy claustrofóbica. Pero no quería decírselo a Niall, porque se hubiera empeñado en acompañarme para que no me mareara o me diera algún ataque.

El taxi se paró de repente en medio de la carretera y la puerta de atrás se abrió. Una figura alta y delgada salió de él y corrió hacia mi. A los pocos metros pude distinguir sus rizos cayendo sin remedio entre sus ojos oscurecidos por la poca luz. Llevaba una gabardina azul larga con los cuellos tapandole el cuello, ayudado por una bufanda marrón.

Mi corazón se alteró y de repente una llama de esperanza creció en mi interior.

—¡Harry! ¿Estas loco? ¿Cómo se te ocurre volar hasta Irlanda?—grité. Se acercó corriendo hasta mi y se paró a menos de un metro de distancia. El vaho salió de su boca junto a un suspiro caliente. Venia cansado, seguro que ha estado corriendo antes también.

—Te...necesito.—dijo achinando un poco los ojos.—Soy un completo gilipollas que no te merece pero...Te necesito, Bobbie. Me sacas de quicio y no te estoy pidiendo que vuelvas tan rápido conmigo...—de repente observó como mis piernas flaqueaban y mi cuerpo temblaba. Se quitó la gabardina y me la puso sobre los hombros.

Las jugadas de la casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora