-Capítulo 37-

287 32 9
                                    

Días después:

Son las 2 de la tarde, he venido al mercado por unas cosas que mamá se ha olvidado de comprar en la mañana, como no tengo nada que hacer me ofrecí a venir yo, ha pasado casi una semana desde aquel día, se supone que para ahora ya debo estar mejor, se supone, pero la pura verdad es que nada ha mejorado en mi, sigo teniendo la misma sensación horrible en mi pecho, todo el día, todos los días, todos los malditos días, ya no se que hacer para evitar o parar esto, el otro día vi a Camila entrando al polideportivo de la plaza, observé y no pude evitar que mi corazón se sobresaltara demasiado al verla, sentí melancolía, ganas de ir corriendo tras ella, decirle que la amo, que no puedo estar así si ella no esta conmigo, decirle como la he estado pasando estos días, decirle todo, pero no me atreví, la dejé ir, y no sé si fue una buena decisión, luego vi que estaba jugando vóley dentro, supuse que está en las academia de verano que normalmente abren allí, no le vi bien la cara, estaba agachada, mirando al suelo y caminando rápido, y cuando jugaba estaba de espaldas a mi, así que no pude verla directamente y por un lado mejor, así no recuerdo que...

-¡Hola!

La voz que me está hablando me saca de mis pensamientos, alzo la mirada rápidamente y veo a Mariel frente a mi.

-Hola.

-¿Cómo estás?

Ahora está caminando a mi lado.

-Bien, ¿qué tal?

-Yo súper bien, oye, te vi caminando así todo agachado, al inicio no te reconocí pero después si, sobre todo por tu altura jajaja, eres alto.

-Masomenos, yo no te había visto.

-Ay, obvio pues yo estaba detrás, ¿a dónde vas?

-A comprar unas cosas en el mercado.

-¿No te incomoda si te acompaño verdad?

¿Me incomodaria si lo hace? No estoy seguro de si sí o si no.

-Bueno, está bien.

-Genial.

Mariel me inicia una conversación, me doy cuenta que por ratos sonríe y por ratos se pone seria, como pensativa, como meditando.

-¿Tu qué hacías por aquí?

-Jajaja, es que yo vine a comprar fruta, pero te vi y lo dejé para después.

-ah, jajaja.

-¿Marco verdad? ¿tienes novia?

Me mira sorprendida, como si hubiera descubierto algo sorprendente, pero debe ser su curiosidad.

No tengo novia, tenía novia, la mejor de todas, pero ya no está, no está conmigo, pero está en mi corazón aun, eso es suficiente para mi, aunque duela, está, y seguirá estando, porque puede haber acabado nuestra relación, pero no ha acabado el amor que le tengo.

-Hace casi una semana que no.

Me mira seria.

-¿Por qué terminaron?

-Tonterías.

-Disculpa, entiendo si no quieres hablar de ello, además ni me conoces y ya ando de chismosa.

-No te preocupes, no pasa nada.

-¿Y qué haces en tus vacaciones?

-Sólo estoy en casa, salgo a jugar, o veo televisión.

-Sales con Eznaider.

Pronuncia el nombre haciendo un gesto que me causa gracia.

-también salgo con él, sobre todo a jugar y así.

De tu mano por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora