-Capítulo 99-

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26 de octubre.

Hoy es mi cumpleaños, me siento raro, algo triste, lo estoy tomando como si fuese un día común, corriente, como todos, al final Fiorella logró convencer a Mayra de eliminar aquellas fotos, Mayra se acerco a hablar con Camila y conmigo, nos pidió disculpas, la verdad es que no le creímos absolutamente nada, pero fingimos haberlo hecho para evitar más problemas, es lo último que queremos, Silvana no volvió a acercarse a mi o a Camila, siempre que la veo evitamos cruzar miradas, no hablamos, no nada, al final como dijo aquel día Eznaider en ese sueño que tuve, las amistades verdaderas no existen, o al menos ese era el mensaje principal de aquella frase que esa voz de siempre se encargó de decirle, en la mañana y antes de venir aquí mi madre me ha engreído de una forma increíble, me preparó un desayuno delicioso, y un almuerzo que wow, para chuparse los dedos, estupendo, me siento viejo cumpliendo 17 años, hace unos minutos que llegué al aula, aún no han llegado todos, y aquellos que ya lo han hecho me han saludado con un abrazo o un beso en la mejilla, de pronto veo a Ross ingresar con una sonrisa enorme y un pastel, no es grande, pero algo ha traído mientras que yo, bueno yo he venido.

-Hermano feliz cumpleaños. -dice mientras coloca la torta en una mesa y se lanza a darme un abrazo, Ross se estrecha conmigo y me abraza fuertemente, recuerdo que aquel día en el que hablé con Silvana, Ross al enterarse de lo ocurrido lloró, se sorprendió y también se decepcionó mucho de Silvana, lloró amargamente y al final soltó una frase que estoy seguro nunca voy a olvidar.

-Si Silvana les falló de esa forma, yo no lo haré, ustedes son como mi familia, jamás les haría daño.

Al recordar esas palabras que Ross tuvo para con nosotros me lleno de emoción.

-Te quiero monga. -digo mientras le acaricio el cabello.

-Y yo a ti mongolazo. -dice con una sonrisa.

Nos soltamos y reímos, Ross coloca su mochila en su lugar y se sienta.

-¿Por qué has traído ese pastel? -pregunto algo extrañado. -¿es mi regalo? -digo sonriendo.

-No mongo, es para Compartirlo con todos más tarde. -dice entusiasmada.

-Vaya, te luces. -digo riendo.

-Tu regalo es este monguito. -dice y me entrega una bolsa, rápidamente me levanto y la examino, es, ¿un libro? No, es como una especie de álbum fotográfico, pero cada imagen tiene un párrafo debajo de ella, una descripción, donde narra la situación en que se tomó cada foto, al leer la primera página y ver la primera foto muchos recuerdos comienzan a llegar a mi, sonrio como un tonto mientras observo.

-Gracias monga. -es lo único y lo primero que se me ocurre decir, ma verdad es que me ha dejado sin palabras, me encanta.

-De nada hermano, me tomó tiempo hacerlo, pero ahí está. -dice sonriendo, es cierto, todo esta hecho a mano, Ross y su gran paciencia para las manualidades.

-Mira, esto es lo que te traje yo. -digo sonriendo y le entrego una bolsa de regalo con una prenda que Cami y yo vimos por Internet, es la misma que ella quería, y eran dos modelos dintintos, Ross se enamoró de ambos diseños, así que yo me encargué de uno y Camila de otro, cuando ella llegue y se lo entregue estoy seguro que Ross comenzará a brincar como loca al ver que tiene ambos polos.

-Waaaaaaaaoooo ¡pero si es el polo que yo queriaaaaaaaa!!!! -dice mientras se levanta y empieza a dar brincos por todos lados.

Y eso que Cami aun no ha llegado.

-Sabía que lo querías hace tiempo y pues...

-Gracias mongo gracias de verdad te pasaste wao no lo puedo creer, pero mira esta belleza. -dice Ross mirando su polo por todos lados.

De tu mano por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora