-Capítulo 44-

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-¿Viste a Camila?

Le hago la pregunta a mi mamá un poco sorprendido.

-Si, la vi mientras estaba de vuelta a casa, Ella entraba a su casa creo.

-Ah ya.

-Estaba con un niñito, imagino que es su hermano.

-Si, su hermano menor seguro.

-En fin hijo, ¿cómo te sientes en el trabajo?

-Me siento bien ma, el señor Roger y la doctora son muy buenos, y que decir del doctor Anthony, es súper buena onda conmigo, a veces me presta la computadora Y puedo jugar un rato o poner música, el otro día me enseño a hacer cartuchos de anestesia, y a veces hago de su asistente, ahí me divierto bastante, aunque confieso que repartir volantes a veces me aburre, sobre todo cuando estoy sólo, ya que es estar parado ahí sólo todo el tiempo, pero también recibo visitas, ya sabes, Mariel, Eznaider.

-¿Nunca más hablaste con Camila no?

Mi mamá hace un gesto medio extraño, como si se hubiera dado cuenta de que acabo de disfrazar el dolor que me causó oir el nombre de Camila contándole las cosas buenas que hay allá en el consultorio.

-No, no volvimos a hablar más, sólo la vi un par de veces, pero fue así de pasada, ella jamás notó que nos cruzamos, ya que yo siempre estaba detrás y bastante alejado.

-Bueno hijo, al menos ya te distraes allá en el consultorio.

-Si, eso si, me distraigo bastante.

Mi madre sale de la cocina, se va con dirección a su cuarto, tiene razón, al menos allá en el consultorio me distraigo bastante, converso bastante con la doctora o el doctor, cuando Eznaider y Mariel vienen, converso mucho con ellos, el hecho de estar rodeado de personas me está ayudando mucho a no pasarla tan mal, a comparacion de los primeros días, donde lo único que sabia hacer era encerrarme en mi cuarto cual preso de alguna cárcel, y mi prision era esa, mis pensamientos, encerrarme a pensar era algo que me estaba consumiendo poco a poco, y no es que ahora no duela, duele, pero esta vez hay algo que hace que ese dolor disminuya un poco, y es estar ocupado en algo, que es en este caso trabajar.

A veces desearía nunca haberme enamorado, ¿para qué hacerlo? Si al final uno va a terminar así, de haberlo sabido, si tan sólo hubiera sabido que terminaría así, solo y triste, quiza habria optado por no querer a nadie, pero y si por otro lado ¿aun siendo conciente de lo que pasaría me hubiera lanzado del puente?, creo que estoy mas cercano a la segunda opción, porque ahora mismo podría elegir arrancar a Camila de mis pensamientos, pero no sólo no se puede, sino que no quiero hacerlo, siento que aún tengo esa ligera esperanza de que en algún momento las cosas van a volver a ser como antes, ¿qué sería no? Volver a tener esos momentos en los que era feliz sin importar nada mas, donde el simple hecho de verla y recibir un abrazo de ella me reconfortaba y me hacia sonreír toda una tarde, ella tenia esa capacidad, sabia que hacer cuando yo estaba renegando o cuando estaba triste, incluso cuando estaba feliz, ella sabia acompañar mi Felicidad siempre, y en mis momentos malos, estaba allí, diciendome eso: "Mi MARCO NO SE DEJA"
Entonces no me dejaba de nadie, me sentía demasiado bien a su lado, pero de pronto, se acabó.

Horas después:

-Buenas tardes doctor, ¿cómo está?

El doctor Antonhy alza la mirada y comienza a sonreir.

-Marcooo! Holaaa, al fin llegas jaja, oye justo tengo un paciente, ¿quieres seguir armando tus pistolas de anestesia?

Estar de asistente aquí arriba es algo que me gusta mucho más que estar abajo repartiendo volantes.

-Jajaja, obvio doc, entonces le ayudo y ya después bajo a repartir los volantes.

-Si, genial, gracias por ayudarme.

-No se preocupe, es chevere hacerlo.

-Buenas tardes.

Una señora ingresa sonriente.

-Buenas tardes.

El doctor y yo saludamos al unísono.

Luego de unos minutos el doctor ya tiene sus guantes colcados y yo estoy preparando el cartucho de anestesia, me dijo que tiene que hacerle una extracción y para estos casos es súper necesario tener anestesia.

Le voy pasando los instrumentos al doctor mientras el va realizando la extracción con mucho cuidado, pongo un poco de música para que el ambiente no esté tan callado, el doctor Anthony me agradece haberlo hecho con un gesto de manos 👍✌

Luego de casi una media hora Masomenos, la señora ya no tiene ese diente que le estaba incomodando tanto, se queda a conversar un poco con nosotros y finalmente se despide y se retira con una sonrisa mucho mas amplia que la que tenía cuando llegó. Mientras yo estoy conversando un poco más con el doctor antes de bajar, mi prima se asoma por la puerta del consultorio.

-¿Cómo están por aquí?

-Hola Samiii.

El doctor la saluda riendo y yo también lo hago.

-No hay mucha gente hoy en la tienda y me aburro, así que dije, porque no ir a saludar a mi primo y al doctor.

-Jaja, si, justo Marco estaba ayudándome con una paciente.

-Si, y justo ahora iba a ir a repartir los volantes.

-Jajajaja, que chevere , ahora también eres asistente dental.

-Lo dice mi camisa jajajaja.

Nos echamos a reír y entra uns chica a la tienda de ropa, mi prima se despide y se va rápido a atenderla. Yo por mi parte cojo un poco de volantes y me dirijo al primer piso.

Cuando estoy llegando al lugar donde reparto los volantes veo a alguien parado de espaldas a mi.

Muchas gracias por seguirme leyendo y por soportarme por demorar tanto en subir Capítulos 😭😭😭 espero que les esté gustando, no dejen de votar por favooooorrrrr. Saludossss

De tu mano por siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora