De tu mano por siempre

-capítulo 32-

-Ya llegamos. ¿Qué comemos?

Mi prima hace un gesto de estar pensando, pone una cara muy divertida y me saca una sonrisa, esta vez una sonrisa sincera, no como las que he fingido éstas horas.

-Mmmm ¿popeyes?

-¡Excelente idea! Es muy delicioso allí,  vamos.

Comienzas a caminar rápido y llega a la barra de pedidos, revisa los folletos y me pregunta que combo estaría bien, le digo que el que traiga mucha comida y se empieza a reír.

-Tragas demasiado y no engordas, debe ser por tanto fútbol que juegas, ciertoooo, hoy ya no fuiste a jugar con tu pandilla jsjajaja.

-por tu culpa.

-¿perdón?  Si quieres te vas y no comes nada Jajaj.

-nonono mentira prima es bromaaa.

-más te vale Jajaj.

Esperamos un poco en las mesas del establecimiento, y por fin llaman a Samanta, se levanta rápidamente y coloca la bandeja en la mesa mientras yo voy por las cremas, mayonesa y ají, yo no como ají pero, bueno en realidad no como rocoto, pero el ají que dan aquí y en las pollerias es demasiado delicioso.

Llego nuevamente a la mesa y Samanta esta tarareando una canción que esta sonando en todo el patio de comidas.

-Bueno, comamos.

Dice mientras se soba las manos en señal de estar lista para atacar.

-Que empiece el juego Jajaj.

-Payaso jsjajaja.

La comida es muy rica aquí, el pollo crocante y las papas fritas, mas las cremas y la gaseosa, es un paraíso de comidas, y comer, es algo que adoro hacer, sobre todo si son cosas que me gustan, como esto, y la papa rellena claro.

-¿estás mucho más tranquilo verdad?

No esperaba esa pregunta, cojo mi vaso de gaseosa y tomo un poco, suspiro hondo y contesto.

-Algo, pero, apenas ha sido ayer todo esto, no puedo evitar sentirme mal, es tranca, peor que un examen de mates.

-y con lo que te encantan los números.

-Lo mío son las letras, los escritos, las poesías, los libros, las historias, ya sabes.

-si, lo se. Sé lo mucho que te encantan los libros y estar escribiendo.

-me relaja, me hace sentir cómodo, puedo desconectarme de todo y soy solo yo.

-pues entonces estos días ponte a escribir, escribe, lee, encierrate en ese mundo donde sólo eres tu y tus hojas por llenar, quizá así estés mucho más tranquilo.

-tienes razón, eso voy a hacer, y jugar fútbol.

-ya empezaste.

Hace un gesto de ironía y comienzo a reír.

Toda la comida hemos estado así, riendo y tomando fotos, me dice que la pondrá en su perfil de Facebook, y yo solamente asiento sonriendo, la verdad es que yo no sé que haría sin mi prima, tengo varios primos en toda mi familia, pero ella es más que eso, es como una hermana para mi, no se lo digo siempre, pero a ella le consta que la quiero mucho, confiamos uno en el otro y siempre nos estamos aconsejando, a pesar de que ella es mujer y yo varón, nos entendemos muy bien, prácticamente nos hemos criado juntos, ella es un año mayor que yo, desde niños o bebés ya jugábamos juntos, así los años pasaron y crecimos juntos, de ahí tanto cariño. Ella tiene un genio muy fuerte, es explosiva y muchas veces la más renegona de todas, pero al mismo tiempo es muy buena.

-Ya vámonos, van a ser las 7 de la noche.

-si, tienes razón, vamos.

Mi prima coge su vaso de gaseosa y nos levantamos para retirarnos del lugar.

-Ha estado rico, ¿verdad?

-Siii, bastante, adoro la comida de aquí.

-jajajajajaja, tu adoras la comida de todos lados menos el hígado frito.

-Jajajajaja, menos muchas cosas, hígado, yuca, la yema del huevo, y muchas más.

-Si seguro, goloso.

Una hora después:

Hace casi 40 minutos que dejé la casa de mi tía, estuve un poco más con Samanta y después me tuve que ir a casa, estoy con el estómago lleno, no sé cuánto se habrá gastado Samanta en ese combo enorme que compró para nosotros.

-¿Hijo vas a cenar?

Mi mamá está en la puerta de mi cuarto con un cucharón en mano.

-no ma, disculpa, es que estoy lleno.

-¿Y ese milagro? Jsjajaja

-jajaja mamá, es que esta vez comimos bastante, bueno, yo comí bastante esta vez.

-Esta bien. Jsjajaja ya me imagino, a la próxima tu le vas a invitar a Samanta a comer eh.

-Lo sé, y me darás dinero.

-Jajajajaja chistoso.

Mi mamá sale de mi cuarto y me quedo sólo, está cenando con mi papá y con mi hermano, yo estoy aquí, tirado mirando al techo, desde mi ventana miro el cielo, hay luna llena y el cielo está un poco estrellado, sólo un poco porque con tanta contaminación las estrellas ya no se pueden ver mucho, cierro los ojos y a mi cabeza se viene la imagen de Camila y yo abrazados, sonriendo, enterrando nuestras cabezas en el hombro del otro, bueno, la mía en su hombro y la suya en mi pecho, con los ojos cerrados y una media sonrisa hermosa, como ella, pero abro los ojos y regreso a la realidad, donde ella no está más conmigo y donde yo estoy echado en mi cama mirando al cielo, contando las pocas estrellas que hay en el.
Una nostalgia enorme inunda todo mi ser, me vienen a la mente momentos que he tenido con ella, maldita sea, tengo un nudo en la garganta.

Sólo respira hondo, ya pasará. 

Pasará,  cuando ella esté nuevamente a mi lado...

*Marco tiene una nostalgia enorme en estos momentos, los sentimientos le vuelven a jugar una mala pasada, pero está esforzándose por estar mejor, pero lo estará sólo con la presencia de Camila*

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