No tardo nada en darme cuenta que quien esta ahí es Mariel, ayer temia que no vuelva y hoy está aquí, cuando estoy cerca a ella voltea repentinamente y sin que yo pueda reaccionar a tiempo, me abraza, esconde su cabeza en mi pecho y me aprieta fuerte.
-¿Estás bien?
Le hablo suavemente porque siento que debe ser así.
-Si, estoy bien.
-¿Segura?
-Si, disculpa, te estaba saludando y yo...
Noto que se sonroja y comienza a trabarse con lo que dice.
-Sssh, descuida, todo esta bien.
-Gracias.
Me suelta y sonríe.
-Pensé que hoy no ibas a venir.
-¿Por qué?
-No lo sé, me dio la impresión.
-Ya casi me iba, estaba esperándote, por unos momentos creí que habias renunciado jajaja.
-Jajajaja, nooo, no lo haría, estoy a gusto aquí, lo que pasa es que estaba arriba, ayudando al doctor con una paciente.
-Entonces la camisa no miente y si eres asistente jajajajajaja.
-Que espesa.
-Jajajajajajajajajajajaja sabes que te quiero.
-Y espesa.
-Jajaja yaaaa relajaaate.
-Está bien.
-Oye, ¿qué pasó con la banca que te dije que pidas? No es bueno para ti que estés parado mucho tiempo, y para mi tampoco que te estoy acompañando jaja. Ahora vuelvo, iré a decirle al doctor.
-¿Qué? Nooo.
-Si, ya vengo.
Mariel se va y veo que sube al segundo piso, me resigno y continúo repartiendo los volantes.
-Hola hijo.
Giro la mirada. Es el señor del otro día, con quien tuve una gustosa conversación. No se Porqué pero me alegra bastante volver a verlo.
-Señor, ¿cómo estaaaaa?
Lo saludo con la mano y el sonríe mucho.
-Bien, muy bien hijo, aquí viniendo a comprar unas cosas y decidí saludar a mi amigo jaja.
-Que gusto verlo de nuevo de verdad.
-Digo lo mismo hijo, como estás, que dice el trabajo.
-Como siempre maestro, tranquilo, aquí, todos los días.
-Me parece muy bien, eso es lo mas importante, que estés a gusto en el lugar donde trabajes, tu tranquilidad debe ir primero siempre. Y por otro lado, ¿no has pensado en no se, ir de viaje?
Buena pregunta, ahora que lo pienso sería súper bacán ir de viaje otra vez a Huancayo, ahora que el señor lo menciona, me gustaría mucho ir de viaje.
-Me gustaría hacerlo, me gustaría ir de viaje, pero mis padres no han dicho nada sobre eso y tal parece que no, o no se jaja.
-Mmm, bueno apenas estamos 10 de febrero, todavía queda por ahí al menos una semana antes de que las clases comiencen, quizá haya una oportunidad por ahí.
-Si, Ojalá se pueda.
Veo que Mariel aparece y trae una silla en sus manos, la coloca en el lugar donde reparto los volantes y me mira de una forma victoriosa, me sonríe y se sienta.
-Bueno hijo, me tengo que ir, nos estamos viendo pronto, cuidate eh, Ojalá puedas ir de viaje, chao.
Se acerca y me da un ligero abrazo al cual respondo de una manera muy buena.
-Hasta luego señor cuidese usted también.
Giro y miro a Mariel quien está ahí sentada mirando al cielo.
-Así que conseguiste la silla.
-Le dije al doctor, no dudó en darmela.
-Jajaja, te pasaste.
-Ay que más quieres.
-Bueno gracias pero por ahora siéntate tu, yo estoy bien.
-Está bien, pero después lo haces tu, oye, eres bien alto.
-Jajaja, ¿tu crees?
-Siiii, espera.
Se pone de pie y se acerca a mi para medirnos, le llevo una cabeza de diferencia.
-Tu eres muy chata.
-Jajaja noooo, tu eres muy alto.
Comienzo a reír y sigo haciendo mi trabajo, continúo repartiendo los volantes mientras Mariel me va hablando en todo momento. Un señor se me acerca y me hace algunas preguntas sobre los precios de los tratamientos que ofrece el consultorio, para que se informe mucho mejor lo invito a subir y converse con el doctor Anthony, el señor acepta gustosamente y lo acompaño hasta arriba, subimos las escaleras y lo llevo hasta la puerta del consultorio, el doctor estaba sentado frente a la computadora cuando ingreso con el señor, hace un gesto de aprobación y yo me dirijo nuevamente abajo para seguir volanteando.
La tarde continúa así, son ya casi las 7 de la noche cuando Mariel se levanta de la silla.
-Marco, me tengo que ir, ya esta algo tarde y mi mamá se va a enojar un poco si demoro mucho.
-No te preocupes, ¿ve con cuidado si?
-Está bien, quizás venga mañana, ve con cuidado tu también cuando te vayas.
-Yo lo llevaré en mi auto jajajaja.
Mariel y yo miramos a quien esta hablando y Eznaider está al lado de nosotros colocando su bicicleta contra la pared.
-Mostroooo.
Lo saludo alegremente, Eznaider hace lo mismo y después saluda a Mariel con un beso en el cachete.
-Bueno, me voy, nos vemos, Chao Ezna, chao Marco.
Se acerca y me da un ligero abrazo, sonríe y se va.
-¿Eso que fue?
-¿Eso que?
-Ese abrazo, no me digas que.
-No, Eznaider no.
-Aaaahya. Oe mostro, vine con la movilidad, si alcanzas también, quien te manda a ser alto, tendrás que doblar tus piernas no sé.
-Jajajajajaja, yo manejo y tu vas de carga atrás.
-Jajajaja, yaya mejor.
Las tardes de Marco no son tan aburridas, tiene compañía, no la pasa tan mal, por el contrario, la pasa bien, aunque extraña salir a jugar fútbol con sus amigos.
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De tu mano por siempre
Novela JuvenilHola, me llamo Marco, ¿me conocen?, ¿mundo adolescente les dice algo?... esta es mi historia con Camila, el amor de mi vida, no todo es color de rosa, pero si es amor, hasta el negro brilla, ella y yo lo sabemos, hemos pasado por mucho pero aquí est...