Tres días después:
Estoy de camino a mi trabajo, camino lentamente mientras voy pensando en todo, absolutamente todo, estos días han estado bien, mi trabajo marcha bien, extraño ir a jugar fútbol, pero sobre todo no puedo dejar de pensar en ella, en Camila, siempre hay un momento del día en el que su nombre viene a mi cabeza y entonces el mismo sentimiento de siemore invade todo mi ser y me descuadra, me deja pensando y hace que me desconecte de este mundo y entre en otro en el cual el aire que respiro lleva su nombre, es duro, pero supongo que es parte de, las cosas pasan por algo y creo que poco a poco voy asimilando el hecho de que ella ya no esta aquí, no la he vuelto a ver, no se si esto me alegra o me apena, me gustaria saber mas de ella, pero al mismo tiempo creo que no cruzarmela ayuda a que yo vaya asimilando las cosas de una mejor manera y no me choque tanto como aquella vez que la vi y no supe como reaccionar, simplemente me nublé y no supe que hacer, si soy muy sincero, la extraño mucho, nada es igual ahora, nada. Por otro lado, Estos días Mariel ha venido a verme a diario sin falta, conversamos mucho, ella es súper divertida y se está convirtiendo en una buena amiga, siempre tiene algún tema de conversación y ayer que vino Eznaider también, estuvimos los tres conversando sobre cosas divertidas mientras repartía los volantes claro está. Eznaider ayer me dijo algo que me dejó pensando mucho, no lo quiero creer pero, ¿y si es verdad?
"Creo que le gustas a Mariel Marco, no se por qué pero eso se me ha venido a la cabeza", fue exactamente lo que me dijo el mostro, yo no quiero creer que eso sea cierto, yo no puedo enamorarme de nadie mas, y lo ultimo que quiero es hacerle daño a Mariel, porque si eso es verdad yo no dudare en decirle la verdad, que es una sola, aun amo a Camila, y eso nada ni nadie lo va a cambiar.-Buenas tardes doctora.
-Hola hijo, ¿listo?
-Como siempre jaja
-Bien, cualquier cosa subes, ya sabes.
-Si doctora no se preocupe.
Cojo el montón de volantes del mueble y me dirijo al primer piso, allí entre toda la gente a hacer mi trabajo.
-Hola hijo.
El señor que me está hablando es un extraño, jamás en la vida lo he visto.
-Que tal.
-No te había visto antes por aquí.
Es un señor de edad, tiene toda la cabellera blanca y es gordito.
-Hace unos días comencé a trabajar aquí.
-Me parece muy bien hijo, que trabajes en lugar de estar como otros muchachos que echan su vida a la perdición haciendo cosas que al final no les vale de nada, como las drogas o el alcohol por ejemplo.
Parece ser amable.
-Si, creo que tiene razón.
-¿Cómo te llamas?
-Marco, me llamo Marco, ¿Qué hace por aquí?
-Nada importante, vine a comprar unas flores para mi casa y vi una cara nueva y decidí saludarlo jajajajaja.
Tiene la típica risa que irradia algo de confianza, esa risa que suelen dar los abuelos cuando conversan con alguien, no se porqué, pero este señor me inspira confianza.
-Jaja, mire usted, ¿vive por aquí?
-Claro, por allá atrás, muy cerca, no vayas a desconfiar de mi eh, se que ahora estaras pensando que hace aquí este viejo hablándome, jajajaja.
-Jajaja, nooo, nada de eso, todo bien señor.
-Me da gusto conocerte muchacho, se nota que eres un muchacho tranquilo, o al menos eso me haces notar.

ESTÁS LEYENDO
De tu mano por siempre
Novela JuvenilHola, me llamo Marco, ¿me conocen?, ¿mundo adolescente les dice algo?... esta es mi historia con Camila, el amor de mi vida, no todo es color de rosa, pero si es amor, hasta el negro brilla, ella y yo lo sabemos, hemos pasado por mucho pero aquí est...