XV- Distancia.

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—No puedo creer que lleves aquí ya más de tres meses —comentó 12 al lado de Rin.

—Sí, han pasado demasiado rápido —respondió mirando las papas sobre la tierra.

—¿Te ha sido difícil? —preguntó con calma.

—Algo. —Se agachó para comenzar a recolectar las papas.

Eran cerca de las cuatro de la tarde y ambos se encontraban en la huerta del lugar. Resulta que todo lo que ellos comían en la cafetería provenía del terreno que habitaban.

Faltaban escasos días para que se cumplieran cuatro meses desde que Rin había llegado y obviamente comenzaba a necesitar más cosas, como ropa, zapatos, artículos de limpieza o dulces. Para su desventaja la única tarea oficial que tenia era la de asear la cafetería dos días a la semana junto con Len, lamentablemente esos ochenta puntos semanales no le servían de mucho.

Así que se informó con Len y comenzó a realizar actividades extras para ganar más puntos. Actividades tales como la recolecta de los alimentos y siembra de los mismos, ofrecerse a barrer o limpiar los juegos de la estancia principal, hacerse cargo de la lavandería, etcétera.

—Qué bueno que entrenes todos los días —añadió Yuma—. Eres dedicada, eso es genial.

Rin sonrió levemente y siguió con su tarea, quitando un poco la tierra de los tubérculos y dejándolos sobre una cesta.

—¿Cómo vas con eso del aire?

—Ya lo controlo mejor —respondió alegre.

—Me alegro. Al menos así ya no matarás a nadie. —Rin rió y Yuma junto con ella.

—Todos a la sala verde, ahora —ordenó el guardia llamando la atención de todos. Yuma y Rin se miraron desconcertados, pero no dijeron nada y se encaminaron a donde les habían indicado.

Al llegar al lugar que les habían ordenado Rin notó que era una especie de auditorio y que el resto de sus compañeros estaban presentes. Los habían reunido a todos.

—¿Qué pasó? —preguntó Miku acercándose a Yuma y Rin.

—No lo sé —dijo Yuma—. De la nada nos ordenaron venir.

—A nosotros igual —comentó 27 apareciendo.

—¿Dónde está Len, Rin? —preguntó Miku mirando con sospecha a la rubia.

Desde aquella interesante plática en tienda, ella hacía lo posible por evitar al joven y su actitud de desconfianza no había cambiado. Incluso hizo lo que Len le había dicho y dejó de interesarse por saber de él, alejándose completamente. Aunque a él tampoco parecía interesarle y llevaban semanas así.

No se acercaban ni dirigían la mirada y no se hablaban a menos de que fuera absolutamente necesario. Ni siquiera se hablaban los días que les tocaba hacer el aseo y tampoco entrenaban juntos. Rin prefería entrenar con Yuma, Miku o 27.

Realmente prefería pasarla con cualquiera antes que con Len y el joven simplemente no parecía prestarle la más mínima importancia.

—¿Pasó algo entre ustedes? —preguntó sin pudor 27 e inmediatamente Rin se apenó.

—Sí, han estado raros desde hace semanas —siguió Yuma.

—¿Acaso terminaron o algo así? —Rin se puso roja por la pregunta de Miku.

—¡No somos ni fuimos nada! —chilló avergonzada.

—Sí, claro —dijeron los tres al unísono.

—¡Es cierto! —insistió la rubia. 

—Pues ya se tardaron —replicó Yuma con algo de molestia en la voz. 

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