—Y no lo olviden. Al terminar el desayuno todos deben presentarse en la estancia principal, sin excepción alguna —anunció un guardia con ayuda de un alta voz.
—Entendido —respondieron todos sin mucha energía.
—¡Te lo digo en serio! ¡Esa montaña era un misterio!
—¡Y la laguna! ¡Esa laguna era fenomenal. Su agua era completamente transparente.
—Sí chicos, sí —respondía Kyo con apatía. Mantenía los brazos cruzados sobre la mesa y su cabeza sobre estos, ignorando por completo la emoción de sus amigos.
Rápidamente terminó el día de ayer y con ello, su libertad. Como la habían acordado, a primera hora se levantaron y abordaron el autobús para volver al centro. Y ahora, dos horas después, se hallaban todos los reclutados en el comedor de la cafetería, el desayuno no tardaba en ser servido.
—Y entonces, una maldita serpiente me mordió malditamente el maldito tobillo —narraba Dell con evidente molestia—. Si hubieras estado ahí, Oliver, pudiste haberle dicho algo.
—Pues no me fue mi culpa —reprochó—. Yo no mando aquí.
—Ya cállense los dos —pidió Neru.
—Bueno, el idiota y yo logramos congeniar, por fin —dijo Luka con evidente cansancio.
—¿Por idiota te refieres a mí? —preguntó 27 ofendido.
—Claro 27, ¿quién si no? —respondió 6 con gracia y en seguida todos rieron.
—Pues yo también conseguí algo —comentó 11.
—Anon y yo también —dijo 34 con orgullo.
—Incluso nosotros —comentó Rin—. Len consiguió su tercera habilidad —anunció orgullosa. En ese momento todos miraron al susodicho y comenzaron felicitarlo por lo logrado, sin embargo, Len no reaccionaba, tan solo miraba la mesa metálica frente a él.
—¿Te pasa algo? —preguntó Piko, número 6.
Len asintió levemente y alzó la vista. A un par de lugares lejos de él, Rei cerró los ojos y respiró hondamente.
—¿Acaso todos entrenaron? —cuestionó Rei, arrebatando las palabras y sospechas de la boca de Len.
—Dijeron que podíamos hacerlo —reprochó 11.
—Bueno, a mí me obligaron, prácticamente —se defendió 6.
—¿En serio, Piko? —preguntó Dell incrédulo, el chico asintió. Len pasó a mirar a Kaito y Luka quienes se miraron entre ellos y asintieron.
—Eso no es buena señal —Intuyó Rin y se apegó más a su emparejado.
—Definitivamente no —intervino Gumi. Rin entrelazó su mano con la de Len por encima de la mesa y recargó su cabeza en el hombro del joven. Debía admitirlo, le importaba poco qué sucediera, siempre y cuando Len estuviera cerca.
—Investigaré —concluyó Len.
Un par de minutos después, en los cuales no hubo más que un extraño silencio, la estridente alarma indicando el inicio del desayuno sonó. En ese momento todos, sin excepción alguna, bufaron.
—¿Es en serio? Estamos todos aquí, ¿para qué hacer sonar la alarma? —reprochó 27 con fastidio.
—Siempre he creído que este lugar es un poco absurdo —comentó Rin mientras se levantaba para formarse y tomar sus alimentos, siendo seguida por el resto de sus compañeros.
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Rotura.
ФанфикNuestras mentes y cuerpos son, sin duda alguna, un misterio. Nunca previmos cómo ni cuándo, pero sin esperarlo, esto pasó. Estos niños son diferentes, son poderosos, son inmaduros y no saben controlarse. Afortunadamente nos hemos dado cuenta de esto...