XXVIII- Nada fácil.

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—Buenas noches. —Saludó un animado 27 mientras se acercaba a la mesa con su charola de comida en las manos. Al fondo del enorme comedor se encontraba su tan cambiante grupo de amigos. Esta vez eran Gumi, Usee, Rin e IA.

—Buenas noches, 27 —respondió Gumi mientras lo miraba con atención—. ¿Te pasa algo?

—No, ¿por qué? —preguntó un poco desconcertado. Gumi sonrió y señaló con su cuchara la cabeza del joven, sobre esta flotaba una pequeña nube gris que soltaba algunos rayitos, Kaito cerró los ojos con molestia.

—¡Luka! —chilló el joven antes de levantarse y salir corriendo de la cafetería.

—Él y Luka son todo un caso —dijo IA mientras reía levemente.

—Vaya que sí, nunca los he visto entablar una conversación decente —añadió Rin con diversión.

—¿A dónde fue Kaito? —preguntó Rei acercándose con su respectivo almuerzo, a un lado de él se encontraba Len, quien miraba con detenimiento y un poco de cautela a la chica de cabello rubio que se hallaba sentada justo entre Usee y Gumi.

—¡A matar a Luka! —respondió Gumi con euforia. Rei arqueó una ceja mientras se sentaba frente a IA.

—Eso no es algo bueno como para que lo digas así —reprendió mientras comenzaba a comer. Len se acercó y, con cuidado, fue tomando lugar frente a la rubia que hasta el momento no había alzado la mirada para verlo, tan solo jugaba con las pequeñas salchichas sobre su plato.

Después de su discusión, Rin era indiferente y lo ignoraba para todo: los almuerzos, el aseo juntos, los juegos y hasta el entrenamiento. Len estaba frustrado, ya más de una vez había intentado acercarse para intentar hablar con la chica, pero lo único que había conseguido eran un par de dedos heridos y golpes en la frente por las veces en las que Rin le cerraba la puerta en las narices sin importar que sus manos se interpusieran, o cuando lo golpeaba en la cara con un cuaderno cuando se disponía a hablar.

—¿Y ya decidieron con quién irán? —preguntó Usee atrayendo la atención de todos.

—IA va conmigo —dijo Rei.

—Yo creo que iré con Flower. —respondió Gumi colocando una mano sobre su barbilla y mirando el techo.

En ese momento, Len alzó la mirada para ver a la rubia que se mantenía empeñada en ignorarlo completamente.

—Yo iré con Neru —aclaró Usee.

—Yo aún no lo sé —habló por fin Rin, alzando la vista. Su respuesta logró sorprender a todos menos a Len, que de algún modo ya lo esperaba, sin embargo, no podía negar que le había dolido un poco.

—Vaya... —dijo Gumi un poco incómoda.

—Deberías ir con Len —opinó Rei ganándose una mirada matadora por parte de Gumi y Usee. Ese hombre nunca podía mantener la boca cerrada.

—¿Por qué? —preguntó Rin con insolencia.

Al ver la reacción de Rin, Len no hizo más que comenzar a desviar la mirada hacia todas direcciones y, de manera casi imperceptible, comenzar a menearse de atrás a adelante levemente.

—No sabemos para qué nos quieren y sospecho que no puede ser algo bueno. —Comenzó a decir—. No podemos confiar en ellos para nada. Ya viste cómo trataron a Len y cualquiera está expuesto a eso, por eso mejor mantenerse alerta y con quien más ventaja nos de, así lo detestes.

Rin dirigió su mirada al rubio quien, al sentirla, hizo igual y lo examinó detenidamente por un momento antes de voltear de nuevo.

—Me voy —soltó Len antes de que Rin dijera algo. No lo negaba, la fuerte e impasible actitud de la chica ante él lograban intimidarlo, fluctuando siempre por no saber qué más hacer para acercarse a ella o romper esas barreras, terminando por huir en ocasiones.

Rotura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora