XX- Protegerte.

528 77 72
                                    

—Vaya —exclamó Kaito sorprendido—. Eso no pasa seguido.

—Con permiso —dijo Luka apareciendo y tomó a Kaito del brazo para llevarlo de nuevo a su mesa.

—Esto es raro —musitó la de coletas y se dio la vuelta con calma—. Los veo luego.

Len miró a sus amigos marcharse, suspiró para cesar su risa y terminar de calmarse. De pronto sintió como alguien lo tomaba de la muñeca y volteó inmediatamente.

—Explícame —exigió Rin.

—No hay nada que explicar. —Se soltó de su agarre y comenzó a caminar lejos de ella. Personal del centro ya se había acercado para ordenar lo que la niña había hecho.

—¡Espera! —gritó corriendo tras él—. ¿Qué pasará conmigo ahora?

—Eso no lo sé. Puede que te sientas igual de mal que hace unos días o puede que no, puede que hayas detonado por completo o puede que no. —Miró los ojos de la chica, su rotura había desaparecido.

—¿Tú te sentiste como yo después de detonar? —Por su tono de voz podía parecer calmada, pero dentro de ella seguía muy consternada.

—Debo decir que mi caso fue mucho más caótico —respondió saliendo de la sala de entrenamiento con la chica tras de él.

—¿Ya no entrenaremos? —preguntó mirando como la puerta se cerraba tras ella.

—No. Vamos a descansar —explicó—. No sé cómo reacciones. Y antes de que te desmayes o destruyas cualquier otra cosa, quiero estar en un lugar más privado.

—Esta bien —contestó contenta y tomó la mano de Len. Este inmediatamente se heló, detuvo su paso y la miró.

—¿Qué haces? —El joven trató de que su tono de voz fuese serio y frío como cotidianamente, sin embargo, un leve tono rosa pastel en sus pómulos lo delataba.

Rin al verlo sonrió con dulzura. Le parecía tierna la manera en la que Len siempre reaccionaba cuando mantenía contacto físico con él, siempre tan alborotado, alarmado y fácil de hacer sonrojar.

—¿Te molesta? —preguntó Rin estrechando mas fuerte su mano, Len aún no correspondía el apretón.

—B-Bueno... —tartamudeó y desvió la mirada inmediatamente. No podía negar que estaba avergonzado—. Me da igual.

Correspondió el apretón con fuerza y avanzó rápidamente sin mirar a la rubia. Rin sonrió contenta e intentó seguirle el paso, Len en cambio se mantenía nervioso.

Caminaron un par de minutos hasta llegar a su sección de las habitaciones. Una vez entrando al pasillo, Len soltó a la rubia y la examinó minuciosamente.

—¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, me siento bien —aseguró Rin y le sonrió al otro.

—¿Segura? No quiero que te desplomes o pierdas el control en cualquier momento. —La chica rió.

—En verdad, me siento bien.

—Vale. —Siguió su camino a sus habitaciones—. Debo decir que tienes control.

—¿Crees?

—O quizá eres un ser incapaz de sentir algo. —Rin inmediatamente se detuvo y lo miró arqueando una ceja.

—¿Yo? ¿Lo dices en serio? —Rió por la ironía—. No soy yo quien se la pasa con ese tono de voz tan frío y expresión apática ante todo.

—No es mi intención, tu presencia me molesta.

—No es cierto. Miku y los demás me confirmaron que eres así desde siempre. Incluso número 6, y sabes que él no es de hablar mucho.

Rotura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora