—¡¿Que soy tu qué?! —exclamó Len completamente alterado por lo que le acababan de decir.
—Que eres mi emparejado —repitió Rin.
—¡Ja, ja, qué buena broma! —chilló envuelto en nervios.
—No es una broma -aclaró la rubia con seriedad—. Sucedió el día de la prueba. ¿Por qué crees que te controlaste?
Len miró a la chica un momento, parpadeó un par de veces y le dio la espalda.
—Len, ¿estás bien? —preguntó Kaito apretando el estómago. Luchaba internamente por no soltarse a reír descaradamente y solo lo hacía por no perderse la escena.
—Perdón —soltó Len volteando hacia la rubia de nuevo—. Creo que me he mareado un poco.
—Sí, claro —soltó Rin y arqueó una ceja con indiferencia.
—¿Qué me decías, mocosa? —preguntó con una forzada sonrisa sobre sus labios.
No aceptaba, no aprobaba y ni siquiera quería ser emparejado con la rubia; le sabía mal. Le asustaba no poder controlarlo y llegar a dañar a la niña, evidentemente él poseía la mayor fuerza y no quería ser una carga para Rin.
—Estamos emparejados -afirmó una vez más, un poco molesta por la actitud del rubio.
Len se mantuvo estático, incrédulo a lo que sus oídos escuchaban y escéptico a las pruebas a favor que su mente le gritaba.
—¿Qué? —soltó por fin. Mantenía una radiante sonrisa en el rostro y sus manos entrelazadas entre sí.
—Eres mi emperajad-
—¡No lo repitas! —gritó entrando en histeria—. ¡Esto es una abominación, una falacia! ¡Esa conexión no debe ser cumplida!
Len comenzó a refutar con sandeces la noticia que acababa de recibir. Kaito y Yuma no lo toleraron más y, justo detrás de Rin, se dejaron caer al suelo estallando en carcajadas.
—Len —nombró Rin con gélida voz. Mantenía sus brazos cruzados y una expresión arrogante en el rostro.
—¡No! ¡Me niego! —chillaba el joven sin escuchar razones.
Rin suspiró hondamente y se acercó más a él, extendió su brazo hasta dejar su palma abierta frente al rostro del más pálido y sonrió.
—Cálmate o tendré que calmarte yo —amenazó con sutileza mientras su pupila derecha se quebraba.
—¡Imposible calmarme ante tal aberración! —siguió gritando exaltado.
—Te lo pedí por las buenas —advirtió Rin antes de cerrar bruscamente el puño frente al joven.
Len en ese instante cesó su voz y la miró con enfado y sorpresa. Quiso hablar, pero tan solo un sonido similar a una arcada salió de sus labios antes de desplomarse. Kaito y Yuma cesaron sus carcajadas y, sorprendidos, miraron al chico tirado en el suelo completamente inconsciente.
—¿Qué le hiciste? —preguntó Mayu hincándose frente al cuerpo inconsciente de Len, asustándose al ver que no respondía de ninguna manera—. ¡Len, despierta!
—Tranquila, ahora está respirando —respondió Rin acercándose al joven.
—¿Qué le hiciste? —preguntó ahora 27 con sorpresa.
—Le arrebaté el oxígeno un segundo —respondió con simpleza. Se agachó y picó un par de veces la mejilla del rubio inconsciente.
—¡Buena esa! —exclamó Yuma y siguió sus carcajadas. Kaito y Mayu miraron a Rin con desaprobación, eso era peligroso.
![](https://img.wattpad.com/cover/138439401-288-k390472.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rotura.
أدب الهواةNuestras mentes y cuerpos son, sin duda alguna, un misterio. Nunca previmos cómo ni cuándo, pero sin esperarlo, esto pasó. Estos niños son diferentes, son poderosos, son inmaduros y no saben controlarse. Afortunadamente nos hemos dado cuenta de esto...