XVI- Pelea.

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—No te atreverías —soltó incrédula y Len sonrió con burla. 

Len inspeccionó su reacción con detenimiento y, sin piedad alguna, atizó un fuerte puñetazo en la mejilla derecha de la chica.

—¿Qué demonios hacen? —musitó 7 mirando desde el exterior. IA estaba paralizada.

—Levántate —ordenó Len con gélida voz mientras se agachaba a ver a Rin, quien había terminado en el suelo por el impacto. No podía creerlo, Len en verdad la había golpeado.

—¿Qué carajos te pasa? —bramó mientras empujaba al otro e inmediatamente se levantaba. Su mejilla ardía y sin poder evitarlo sus ojos comenzaban a lagrimear, pero no quería llorar. 

Ella no estaba asustada, estaba molesta.

—Hago lo que se me antoje contigo —respondió el rubio, la tomó del cuello de su blusa y la acercó a su rostro—. No pienso tolerarte más.

Su voz podía ser fría, sin embargo, sus acciones y mirada denotaban furia.

—¡Suéltame, imbécil! —ordenó.

—En seguida. —La miró directo a los ojos un segundo y la azotó con violencia contra la pared del campo. Rin tosió levemente, por la fuerza casi pierde el aire.

—Len, ¿qué te pasa? —preguntó ahora con un hilo de voz debido al dolor en su espalda, mirando al chico que aún no la soltaba. Ahora sí que se encontraba impactada.

—¿Qué me pasa a mí? —preguntó con sarcasmo—. ¿Qué te pasa a ti? —Y sin esfuerzo alguno, arrojó a Rin al suelo con fuerza.

—¡No puedes tratarme así! —se quejó después del impacto.

—¿Y quién me lo va a impedir? —dicho esto se acercó hacia ella con el propósito de patearla, pero Rin no lo permitió. Se levantó con rapidez y le propinó un puñetazo en la mejilla derecha.

—¡Ya basta! —gritó consternada. Len retrocedió un par de pasos y tocó su mejilla; Rin era fuerte, demasiado. 

Un par de segundos hubo en silencio, hasta que de la nada, Len comenzó a reír.

—Bien. Veamos cuánto has entrenado —masculló Len y se enderezó mirando a la chica.

Rin estaba nerviosa, Len encolerizado, ambos presentaban sus roturas, ninguno planeaba perder.

De pronto Len corrió de nuevo hacia la chica para intentar golpearla, pero esta pareció desaparecer repentinamente.

—Veo que has aprendido nuevos trucos —dijo Len mirando de reojo hacia atrás. Al controlar el aire Rin podía manipularlo a su favor para moverse sumamente rápido—. Eres veloz.

—Te sorprenderías —respondió Rin justo detrás de él.

—Lo dudo. —Se giró con lentitud para encararla—. Te romperé el brazo —advirtió con voz gélida.

Rin abrió los ojos con sorpresa por la reciente amenaza. Y es que le parecía que Len no era él, no podía creer que le estuviera hablando de esa manera, no quería aceptar que aquel dolor sobre su mejilla lo hubiera causado él. 

De pronto un movimiento la sacó de sus pensamientos y la volvió a la realidad, la realidad donde Len había logrado acercarse a ella y ahora la tenía sujeta por el cuello.

—Te distraes mucho en estupideces. —Apretó con fuerza su cuello y comenzó a apretarle las costillas también. Rin cerró uno de sus ojos con fuerza, sentía como si Len estuviera a punto de quebrarla y dolía, dolía demasiado.

Rotura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora