Tal como las indicaciones anteriores habían dicho, el desayuno había sido adelantado y en las largas mesas de metal, cada equipo de doce estaba junto.
—¿Crees que muramos? —preguntó Gumi con curiosidad.
—Oh, yo me aseguraré de que lo hagas, Gumi —respondió 27 con molestia.
—No me hables así —exigió.
—Te hablo como quiero.
—Ya cállense los dos —ordenó Len. Tenía el codo derecho sobre la mesa y recargaba la cabeza sobre la palma, con su otra mano jugaba con el tenedor sobre su comida, no tenía apetito.
—¡Oblíganos! —chillaron ambos al unísono, él solo rodó los ojos. De pronto, un plato de cereales de colores apareció frente a él.
—¡Toma! —exclamó Rin contenta. Len alzó la vista para ver a la rubia.
—¿Qué es esto? —preguntó enderezando su posición y mirando con un poco de repulsión el plato de cereales. Nunca había probado eso y no le apetecía hacerlo. Tantos colores juntos le desagradaba.
—¡Mis cereales favoritos! —chilló mientras se sentaba a un lado de él—. Estaban en la barra de aperitivos.
Toda la mesa lo miró atentamente, Len miró el cereal y luego a la rubia que lo miraba emocionada.
—No lo hará —pensó Miku.
—Imposible —pensó IA.
—Jamás en la vida —pensó Yuma.
—Len no es de dulces —pensó Kaito.
Las miradas de todos estaban centradas en los rubios y seguían sus movimientos atentamente, la situación era tensa. Len tomó la cuchara, todos abrieron desmesuradamente los ojos, Len sumergió la cuchara en el plato, todos contuvieron la respiración, Len acercó la cuchara con cereales a su boca, todos comenzaron a sudar. Len probó el cereal, todos se helaron.
—No... —susurró el rubio—. No sabe mal.
La mesa explotó en chillidos por parte de Miku, Kaito y Yuma.
—Sabía que te gustaría —afirmó Rin con orgullo. Len asintió y siguió comiendo el cereal.
—Me voy a morir —dijo Usee.
—Ojalá —respondió Neru.
—Oigan —dijo Rei para llamar la atención de todos—. Cuidémonos las espaldas.
Todos alzaron la vista y miraron el centro de la mesa por un momento. La angustia y el miedo comenzaron a inundar el ambiente por el inminente peligro al que se verían expuestos en unos minutos puesto que no sabían a dónde irían o para qué. Rin suspiró.
Miku miró los rostros de todos un momento y sonrió. Se puso de pie y colocó su mano derecha al centro de la mesa.
—¡Siempre! —vociferó—. Siempre les cuidaré la espalda.
Rei sonrió, Gumi colocó la mano al centro, al igual que Miku.
—Nunca los perderé de vista —anunció 2. Kaito se inclinó y colocó la mano encima de la de Gumi y Miku con delicadeza.
—Son mis amigos, siempre haré lo posible por mantenerlos conmigo.
—Así se ha dicho —comentó Yuma colocando su mano—. Y así será.
En seguida el resto de chicos, exceptuando a los rubios, colocaron una de sus manos al centro y sonrieron. Len miró a su derecha, a Rin específicamente. Con delicadeza tomó la mano de la rubia y miró a sus amigos.
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Rotura.
FanfictionNuestras mentes y cuerpos son, sin duda alguna, un misterio. Nunca previmos cómo ni cuándo, pero sin esperarlo, esto pasó. Estos niños son diferentes, son poderosos, son inmaduros y no saben controlarse. Afortunadamente nos hemos dado cuenta de esto...