Capítulo 44◁

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La habitación era increíblemente hermosa, era grande y estaba muy bien decorada. La cama era una king size, teníamos una pequeña sala de estar y también una mini cocina. No quería ni pensar cuánto había gastado Louis en esto.

—Tomaré una ducha, no tardo —me avisó Louis entrando al baño.

Decidí enviar un mensaje a mis papás avisando que ya estábamos en el hotel, y luego de eso busqué por algo de cenar en la pequeña nevera, pero por desgracia no había nada. Estuve buscando en el pequeño directorio y marqué a recepción para ordenar algo de cenar.

Tocaron la puerta de la habitación y me apresuré a abrir, encontrándome con un hombre de traje trayendo con él un pequeño carrito con platillos de comida. Me entregó lo que había ordenado y me dirigí a la cocina.

Escuché la puerta del baño abrirse y después de varios minutos apareció Louis en la cocina, vistiendo solamente sus pantalones de pijama dejando a la vista su hermoso torso.

—¿No tienes frío? —pregunté.

—No realmente —sonrió y se acercó a mí—. ¿Qué ordenaste?

—De todo, tengo hambre —sonreí tímida.

Tomó un poco de comida en uno de los platos y cenó conmigo. Al terminar de cenar me duché y luego me tiré en la cama junto a Louis.

—¿Qué planes tenemos para mañana? —pregunté.

—Iremos a desayunar, caminaremos un poco, iremos a un museo, y más tarde comeremos en donde tu quieras. Por la noche habrá un espectáculo donde hay fuegos artificiales y todas esas cosas.

—Suena perfecto —sonreí emocionada.

—Me alegra estar aquí contigo —dijo y me abrazó.

Apagó todas las luces de la habitación, dejando sólo que las luces de afuera alumbraran levemente la habitación. Apoyé mi cabeza en su pecho y lo abracé por la cintura, él me abrazó por los hombros y empezó a acariciar las puntas de mi cabello con sus dedos, haciendo que poco a poco me quedara dormida.

Al día siguiente desperté por el ruido de la televisión, Louis ya no se encontraba a mi lado y hacía calor. Agarré mi cabello en una coleta alta y caminé hacia la pequeña sala, encontrándome a Louis en el sofá con su celular en manos.

—Hey —me sonrió—. Buenos días.

—Buenos días, ¿qué hora es?

—Las nueve con veinte apenas.

—Es temprano —dije y me senté junto a él—. ¿A qué hora iremos a desayunar?

—No lo sé, ¿qué te parece ya ahorita? —preguntó.

—Estaría perfecto.

Me levanté del sofá dejando a Louis sólo y me dirigí a mi maleta para tomar un poco de ropa y vestirme. Opté por usar unos shorts blancos con una blusa de tirantes color verde pastel, sentía que era mucho escote pero realmente hacía calor, y me encontraba en Venecia, tenía que disfrutar de todo.

Busqué mis Converse en la maleta y me los puse, me dirigí al baño para lavar mi cara y cepillar mis dientes. Cepillé mi cabello y vi por el espejo a Louis.

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