Este sería nuestro último día con mis padres, así que decidimos desayunar en casa, luego de eso ir al cine y luego de eso sería nuestro vuelo.
Mi mamá se encontraba en la cocina preparando hot cakes y mi papá se encontraba en el jardín podando el pasto, Louis lo ayudaba a él y yo a mi mamá.
—Entonces, ¿cinco días en Venecia y luego regresarán a Inglaterra? —preguntó mi mamá.
—Exactamente.
—¿Y estás emocionada?
—Por supuesto, y un poco nerviosa también.
Tomé el hot cake con la pequeña espátula y lo deje en el plato donde se encontraban los demás. Empecé a hacer de nuevo otro y mi mamá me veía desde la barra.
—¿Te llevas bien con su familia?
—Bastante, la verdad. Jay es muy linda y atenta, y sus pequeñas hermanas son adorables —sonreí.
—Bueno, eso está bastante bien. ¿Qué hay de su fama?
—No me molesta pero tampoco me encanta, eso es algo de sobra para mí —admití.
Terminé el último hot cake y me senté en la barra frente a mi mamá. Tomé uno de los hot cakes del plato y empecé a comerlo tranquilamente. Podía ver por la ventana que se encontraba a espaldas de mi mamá cómo trabajaban Louis y mi papá, ambos platicaban y reían de vez en cuándo, era realmente agradable.
—Iré a preguntarles si quieren algo de tomar —dije a mi mamá y me dirigí al jardín.
Escuchaba el sonido de la podadora y también las tijeras de jardín. Louis vestía sólo una camisa blanca sin mangas y unas bermudas junto con sus Toms, su cabello se encontraba levemente despeinado y su frente estaba brillante por el sudor, jamás se había visto tan increíblemente sexy como ahora.
Mi papá apagó la podadora y volteó a verme después de Louis. Sonreí sintiéndome como una niña pequeña y me acerqué aún más a ellos.
—Quería preguntarles si querían algo para tomar, ¿agua tal vez? —ofrecí.
—Yo quiero un vaso de agua cariño, por favor —pidió mi papá y prendió de nuevo la podadora.
—¿Y tú? —pregunté a Louis.
—Lo mismo, por favor —pidió y sonrió.
Caminé hacia él y me miró confuso, aproveché que mi papá se encontraba de espaldas a nosotros y le di un beso en los labios, tomándolo completamente por sorpresa. Él acarició suavemente mi mejilla y me separé de él.
—¿Qué fue eso? —preguntó él.
—Sólo que te ves sexy así como estás —confesé y mordí mi labio para evitar reír.
Él rio y me besó suavemente en la frente, para después dejarme salir hacia la cocina por los vasos de agua. Puse en una bandeja de madera dos vasos y una jarra de agua, además de unos bocadillos.
Dejé la bandeja en la mesa del jardín y me senté en la silla, viéndolos trabajar. Estuvimos los tres conversando una vez que habían dejado de trabajar, ambos sudaban y su ropa era un desastre.
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I can love you more than this
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