Han pasado ya casi dos meses que no veo a Louis, y el contrato aún tiene otro mes para que se termine. Aún así, es incómodo.
He tenido exámenes la semana pasada en los cuáles estuve estudiando con Grecia, lo que menos quería era que el tema de Louis y Alessandra me afectara en la universidad. Obtuve notas altas al igual que Grecia, y se sentía bien.
Era jueves y me encontraba acostada en mi cama viendo una película después de haber salido a correr. Mi cuerpo estaba cambiando en el buen sentido, al principio fue difícil salir a correr pero con el tiempo se me hizo una costumbre. Estaba más delgada y mis piernas más tonificadas, me gustaba.
-¡Amber! -mamá gritó desde abajo.
Puse pausa a la película y bajé con ella, quien despegó la vista de su celular para verme.
-No hagas planes mañana, ¿sí? Iremos a comer a casa de la abuela, es su cumpleaños.
-Seguro -asentí con la cabeza.
-¿Quieres cenar algo?
-No, aún es temprano, esperaré a que llegue papá y cenaré con él.
-De acuerdo -sonrió.
Subí de nuevo a mi habitación y seguí viendo la película. Por la noche cené con mis padres y luego de eso me fui directo a dormir, me sentía completamente agotada.
Al día siguiente en la universidad salí temprano, así que al llegar a casa me arreglé y nos dirigimos a casa de la abuela.
-¡Ambe!
-Pero si es el pequeño Xander -sonreí, saludando a mi tía para después quitarle a Xander de los brazos-. Hola pequeño.
-Ayer insistía en que quería ir a verte, pero después de decirle que hoy vendrías a casa de la abuela se calmó un poco -dijo mi tía sonriendo-. Ahora vuelvo, iré a ayudar con la comida.
Salí al jardín y me senté en una de las bancas, sentando a Xander en mis piernas mientras me veía atento.
-Te han cortado los rizos -dije, pasando mi mano por éstos.
Él rió y sonreí al escuchar su risa tan dulce e infantil. Me contaba cosas entre balbuceos y algunas otras palabras que ya se entendían bien, y yo sólo lo escuchaba atento.
-Agua Ambe -dijo él.
-¿Cómo se dice? -pregunté, y él me miró atento durante unos segundos.
-¿Pu favor?
Sonreí enternecida y me levanté de ahí para entrar a la casa y dirigirme a la cocina, sirviendo un poco de agua en un vaso y ayudándolo a tomársela para que no derramara sobre su ropa.
Nos sentamos todos en el comedor después de unos minutos para comer, y la abuela sonreía feliz al ver a todos sus hijos reunidos en su casa para celebrar su cumpleaños. Eran las fiestas de siempre, mis primos eran menores que yo y sólo había uno mayor por dos años, llamado Seth.
Era un verdadero desmadre, igual se encontraba en la universidad pero iba con malas notas, se podría decir que era de los típicos mujeriegos que te encontrabas en las universidades y aunque
-¿Y cómo va la universidad? -preguntó Seth, comiendo un pedazo de pastel.
-Bien, ¿cómo vas tú?
-Como siempre -sonrió.
-¿No te aburres?
-¿Por qué debería aburrirme? Algún día deberías probarlo, Amber, no es tan malo después de todo.
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I can love you more than this
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