Capítulo 48◁

685 19 0
                                    

Me acurruqué a su lado y con mis dedos acariciaba su pecho, él besó mi frente y lo miré a los ojos. Sonreí, sus hermosos ojos azules brillaban, su lengua humedeció sus labios y me sonrió. Acaricié su pequeña barba y él cerró sus ojos.

—¿Qué pasa? —preguntó.

—Me dices que me quieres cuando piensas que estoy dormida. Encuentro eso algo lindo.

—Oh basta —él ruborizó y su mano cubrió mi boca.

Yo reí y él me sonrió, aún ruborizado. Mordí juguetonamente la palma de su mano y luego me acerqué para besarlo, su mano acarició mi mejilla y siguió el beso.

—Basta, tu cuello está mal, no quiero que te lastimes más —dijo él.

—Sólo cállate y bésame.

Él soltó una risita y siguió besándome, cuidadosamente me puse sobre él, colocando mis piernas a cada lado de su cadera. Sus manos se posaron en mi cintura y yo tomé su cara entre mis manos.

Sus dedos acariciaban suavemente a mis costados, sentí cómo levantó levemente mi blusa y acarició directamente mi piel. Me estremecí y él sonrió al notarlo.

—Me encanta que te estremezcas.

Yo sonreí y besé su cuello, para después acostarme de nuevo a su lado. Él me abrazó contra su pecho y cerró sus ojos.

—Te quiero Louis —murmuré.

Al día siguiente me quedé en casa ayudando a Jay. Hablé con Elliot por celular y le conté sobre lo ocurrido la noche anterior, me había invitado al día siguiente a desayunar para así hablar los dos. Lavé los platos en el fregadero y limpié mi habitación. 

Hablé un buen rato con mi mamá por videollamada y le conté sobre el accidente, y después de que me regañara y advirtiera sobre cuidarnos colgamos. ¿Qué podía hacer? Estaba aburrida, y no podía hacer nada brusco por mi lesión en el cuello.

—¿Amber, estás despierta? —preguntó Lottie del otro lado de la puerta.

—Sí Lottie, pasa.

Ella entró y se sentó junto a mí en la cama. Apagué la computadora y la dejé en la mesita de noche.

—Estoy aburrida, ¿quieres ir al cine? —preguntó.

—Lo mismo digo, ¿ya?

—Bueno, sólo me arreglo y vamos —sonrió.

—Bien, haré lo mismo.

Ella se fue a su habitación y yo me arreglé para ir con ella al cine. Me abrigué ya que empezaba a hacer un poco de frío, y decidí usar una bufanda para que nadie viera lo hinchado que estaba mi cuello. Apliqué un poco de rímel y bajé a la sala, donde se encontraban Jay y las pequeñas viendo una caricatura en la televisión.

—¿Lista? —me preguntó Lottie apareciendo detrás de mí.

—Sí, vamos —sonreí.

I can love you more than thisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora