Me acurruqué a su lado y con mis dedos acariciaba su pecho, él besó mi frente y lo miré a los ojos. Sonreí, sus hermosos ojos azules brillaban, su lengua humedeció sus labios y me sonrió. Acaricié su pequeña barba y él cerró sus ojos.
—¿Qué pasa? —preguntó.
—Me dices que me quieres cuando piensas que estoy dormida. Encuentro eso algo lindo.
—Oh basta —él ruborizó y su mano cubrió mi boca.
Yo reí y él me sonrió, aún ruborizado. Mordí juguetonamente la palma de su mano y luego me acerqué para besarlo, su mano acarició mi mejilla y siguió el beso.
—Basta, tu cuello está mal, no quiero que te lastimes más —dijo él.
—Sólo cállate y bésame.
Él soltó una risita y siguió besándome, cuidadosamente me puse sobre él, colocando mis piernas a cada lado de su cadera. Sus manos se posaron en mi cintura y yo tomé su cara entre mis manos.
Sus dedos acariciaban suavemente a mis costados, sentí cómo levantó levemente mi blusa y acarició directamente mi piel. Me estremecí y él sonrió al notarlo.
—Me encanta que te estremezcas.
Yo sonreí y besé su cuello, para después acostarme de nuevo a su lado. Él me abrazó contra su pecho y cerró sus ojos.
—Te quiero Louis —murmuré.
Al día siguiente me quedé en casa ayudando a Jay. Hablé con Elliot por celular y le conté sobre lo ocurrido la noche anterior, me había invitado al día siguiente a desayunar para así hablar los dos. Lavé los platos en el fregadero y limpié mi habitación.
Hablé un buen rato con mi mamá por videollamada y le conté sobre el accidente, y después de que me regañara y advirtiera sobre cuidarnos colgamos. ¿Qué podía hacer? Estaba aburrida, y no podía hacer nada brusco por mi lesión en el cuello.
—¿Amber, estás despierta? —preguntó Lottie del otro lado de la puerta.
—Sí Lottie, pasa.
Ella entró y se sentó junto a mí en la cama. Apagué la computadora y la dejé en la mesita de noche.
—Estoy aburrida, ¿quieres ir al cine? —preguntó.
—Lo mismo digo, ¿ya?
—Bueno, sólo me arreglo y vamos —sonrió.
—Bien, haré lo mismo.
Ella se fue a su habitación y yo me arreglé para ir con ella al cine. Me abrigué ya que empezaba a hacer un poco de frío, y decidí usar una bufanda para que nadie viera lo hinchado que estaba mi cuello. Apliqué un poco de rímel y bajé a la sala, donde se encontraban Jay y las pequeñas viendo una caricatura en la televisión.
—¿Lista? —me preguntó Lottie apareciendo detrás de mí.
—Sí, vamos —sonreí.
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I can love you more than this
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