I can love you more than this

Capítulo 67

CAPÍTULO DEDICADO A @PauuuuuM ;)

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Iba camino a la universidad para hacer mi examen de admisión, estaba un poco nerviosa pero no quería preocuparme, realmente había estudiado. Después de unos minutos en el auto, llegué y mamá se estacionó, diciéndome que estaría esperándome en el estacionamiento.

Después de unos minutos caminando por los pasillos de la universidad con una mujer de cincuenta y tantos años, llegamos a un auditorio repleto de bancas, donde ya se encontraban como ochenta personas más. La señora me otorgó un asiento y yo sonreí al hombre que se encontraba frente a todos nosotros.

—El examen comenzará en diez minutos, comiencen a preparar lo que utilizarán —nos dijo la señora.

Saqué una pluma y un lápiz y dejé el pequeño bolso detrás de la banca, sintiendo mi celular vibrar en mi sudadera que llevaba. Noté que algunos tenían sus celulares en mano y otros escuchaban música, así que supuse que no habría problema si sacaba el mío.

“¿Mandé el mensaje a buena hora? Joder, lo siento estoy más nervioso que tú. Mucha suerte amor, sé que te irá bien, concéntrate, te amo.”

Sonreí y leí el mensaje de Louis una vez más antes de contestar a su mensaje.

“Lo mandaste a muy buena hora, el examen comenzará en diez minutos. Te avisaré cuando lo termine, yo también te amo.”

Respondí a otros dos mensajes que tenía y luego de eso guardé de nuevo mi celular, esperando a que nos entregaran los mensajes. 

—¡Oye!

Escuché a alguien murmurar detrás de mí y me di la vuelta, encontrándome con una chica que posiblemente era de mi edad, era de tez morena clara y tenía los ojos levemente rasgados y con pestañas largas, dejando a la vista unos dientes perfectamente alineados y blancos debido a su sonrisa.

—¿Pasa algo? —pregunté.

—Quería preguntarte si tenías una pluma extra.

Busqué en el pequeño bolso y saqué otra pluma, entregándosela a ella.

—Gracias —sonrió—. ¿Estás nerviosa?

—No realmente, admito que estudié bastante, ¿tú?

—Lo mismo, mi novio me ayudó a estudiar —dijo, escribiendo algo en una pequeña hoja—. Por cierto, me llamo Grecia.

—Un gusto, soy Amber —sonreí.

Escuchamos los tacones resonar por todo el auditorio y me di la vuelta para ver a la señora que minutos atrás estuvo aquí, cargando con ella gran cantidad de hojas.

—Bien, les entregaré la hoja donde deberán responder a las preguntas, ésta tiene un campo de datos el cual deben llenar —explicó en voz alta—. Luego, el señor Philips les entregará el folleto de preguntas, ¿alguna pregunta?

Nadie habló y entonces ellos dos comenzaron a caminar por entre las bancas, entregándonos las respectivas hojas.