—Aún no creo que hayas hecho eso —dijo Louis riendo, acostado en mi cama.
—Bueno, admite que duermes mejor conmigo.
—Claro que sí nena —sonrió, viendo cómo me agarraba el cabello en una coleta.
Me dirigí al baño a cepillar mis dientes y de regreso a mi habitación me encontré a mi mamá en el pasillo.
—¿Ya se van a dormir? —preguntó ella sonriendo.
—No lo creo, tal vez veamos una película —me encogí de hombros.
—Yo no voy a prohibirte nada —murmuró ella—. Ya eres grande, y no es como que esté mal que quieras experimentar cosas con Louis —ruboricé y miré a otro lado—. Sólo no quiero que arruines tu juventud por una tontería, ¿si me entiendes? Aún queda mucho por delante, tienes que viajar y conocer a más personas.
—Sí mamá, está bien, te entiendo —dije sin saber qué más decir y con las mejillas rojas.
—Y no tengas miedo de contarme las cosas, cielo —ella me sonrió y me acarició la mejilla.
Yo la abracé, extrañando sentir ese calor y cariño que sólo ella me podía dar. Acariciaba suavemente mi espalda y luego besó mi cabello tiernamente.
—Has crecido tan rápido —murmuró con la voz temblorosa.
—No mamá, no llores —dije sonriéndole—. Aquí estoy, contigo, sigo siendo la misma.
Ella soltó un sollozo y yo la abracé de nuevo, odiando el verla llorar. Estuvimos varios minutos abrazadas hasta que sentí que se había tranquilizado completamente.
—Tal vez suene tonto, pero extraño que vayas a la habitación a darnos las buenas noches —dijo y yo sonreí tiernamente.
—Vamos, seguramente papá también lo extraña —dije divertida.
Caminamos hasta la habitación de mi mamá y mi papá se encontraba acostado leyendo, volteó al escuchar nuestros pasos y yo le sonreí.
—¿Ya te olvidabas de nuestras buenas noches, eh? —preguntó él sonriendo.
—Por supuesto que no —caminé hacia él y lo abracé.
—Ese ojiazul hace que nos olvides —dijo y yo sonreí.
Él me besó tiernamente en la frente como de costumbre, y yo sonreí amando la sensación que no experimentaba hace ya un mes. Me acerqué a mi mamá que se encontraba acostada junto a mi papá y también la abracé.
—Que descansen, cielo —dijo ella besando mi frente—. Mañana podríamos ir a desayunar —sugirió ella.
—Seguro, yo le diré a Louis. Buenas noches —les dije a ambos y caminé hacia la puerta—. Los amo.
Ellos me sonrieron de nuevo y yo salí feliz hacia mi habitación. Louis se encontraba parado junto a la puerta con su celular en manos, sonriéndome cuando me vio entrar.
—Pensé que ya te habías atorado en el baño —bromeó y le di un codazo en el estómago.
—¿Quieres ver una película? —pregunté.
—Seguro —él se acercó y me besó.
Ruboricé levemente y me acerqué al estante donde estaban todas mis películas, tomé algunas y se las di. Escogimos una de comedia, y nos acomodamos en mi cama.
—Mañana mis papás quieren que salgamos a desayunar —dije y acaricié suavemente su pecho por encima de la camisa.
—Perfecto —dijo y sonrió.
Poco a poco me quedaba dormida en su pecho, sintiendo cómo él acariciaba mi espalda y mi brazo tranquilamente.
—Eres el primer chico que viene a mi casa —confesé medio adormilada. Él se quedó callado por unos segundos, y temí que no dijera nada.
—Tú eres la primera chica con la que hago un viaje, y conoce a mi familia, y se lleva así de bien con ellos sin esforzarse —comentó y yo sonreí satisfecha.
—¿Louis?
—¿Sí?
—Te quiero mucho.
Él colocó su mano debajo de mi barbilla, obligándome a levantar mi cabeza de su pecho y verlo a los ojos. Era tan lindo, todo él, sus hermosos ojos azules se encontraban en los míos, su mano acariciando mi mejilla.
—Te quiero tanto, eres muy especial para mí —murmuró.
Sus labios se encontraban a centímetros de los míos, así que esta vez yo me acerqué y me encargué de que hicieran contacto. Mi mano descansaba en su pecho y él acarició mi mejilla con su pulgar.
—¿Puedes quedarte así, abrazándome hasta que me duerma? —pregunté y enseguida me arrepentí de haberlo dicho, sintiéndome estúpida.
—¿Eso es lo que quieres? —preguntó.
Asentí con la cabeza y él entrelazó sus piernas con las mías aún acariciando mi espalda y mi brazo. Besé suavemente su cuello que se encontraba a centímetros de mis labios y él sonrió.
—Descansa cariño —murmuró.
Cerré mis ojos al escuchar esas palabras y caí en un profundo sueño. No me importaba si al día siguiente mi papá se aparecía por mi habitación y me encontraba así de abrazada con Louis, realmente esto era lo que quería en el momento. A él.
*****
Nuevo capítulo :) espero y les esté gustando la novela, realmente me gustaría que opinaran sobre ella.
¡Voten y/o comenten! Significa mucho para mí que lo hagan.
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Gracias por leer<3
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