Los días pasaron tranquilos, cada vez estaba más interesada por ingresar a la universidad. Tenía mi guía de estudio para el examen de admisión y si me era posible estudiaba dos horas diarias.
Me había arreglado con Louis, o al menos eso habíamos acordado. Me sentía un poco alejada de él, intentaba arreglar bien las cosas pero a la vez sentía como si me golpearan cada vez que recordaba lo de su contrato.
Jay y Dan estaban de maravilla con sus vacaciones, el embarazo estaba bien y todos nos emocionábamos cada vez más al pensar en el sexo de los bebés.
Hoy iría con Sarah al aeropuerto para despedir a mis tíos, Louis y yo pasaríamos por ellos. Llegamos una hora antes del vuelo, mis tíos y Sarah platicaban animadamente y Louis y yo estábamos sentados frente a ellos.
—¿Vamos a desayunar después? —me preguntó.
—Seguro —sonreí.
Después de varios minutos ahí anunciaron el vuelo, así que nos levantamos para despedirnos de ellos.
—Fue un gusto verte cariño —mi tía sonrió—. Y me alegro que hayas encontrado a alguien después de todo lo que pasaste —sonrió a Louis y yo me removí incómoda—. Pero cuídense, estoy segura que tu mamá aún no está lista para ser abuela.
—Oh Dios —murmuré ruborizada y Louis rio a mi lado.
—Descuide señora, nos cuidaremos muy bien —le guiñó un ojo.
—Tendrás que cuidar muy bien a mi sobrina, Louis —advirtió mi tía.
—No dude de eso —sonrió.
Mi tía nos abrazó a ambos y luego de eso fue mi tío, que dio un breve abrazo a Louis y luego abrazó por última vez a mi prima. Nos despedimos de ellos ya que estaban por subir al avión y esperamos unos minutos. Louis me abrazó por la cintura y así caminamos hasta el auto.
—Gracias Louis —mi prima sonrió, bajándose frente al edificio.
—Cuando sea, Sarah.
—Te marcaré pronto —prometí y ella asintió con la cabeza.
Entró al edificio y Louis manejó hasta un restaurante. Me tomó de la mano y caminamos hasta encontrar una mesa, por suerte aún era un poco temprano, así que no estaba lleno el lugar.
El restaurante era hogareño y la fachada era muy rústica, pero era bastante lindo. Nos sentamos a un lado de la pequeña fuente que se encontraba ahí y Louis jaló mi silla para que me sentara.
—¿Qué pedirás? —me preguntó.
—Un coctel de frutas, y jugo —me encogí de hombros—. ¿Tú?
—Aún no sé, ¿nada más eso?
—No tengo mucha hambre.
El camarero llegó después de unos minutos y nos sirvió a ambos una taza de café.
—¿Qué ordenarán? —nos preguntó sonriendo.

ESTÁS LEYENDO
I can love you more than this
Novela JuvenilTodos los derechos reservados© Obra registrada en Safe Creative con el código #1502023162158