—¿Qué tipo de lencería usas normalmente? —preguntó Gemma caminando a mi lado.
—No lo sé, lo normal.
—¿Y qué es lo normal para ti?
—Bragas y sostenes aburridos, colores opacos, no sé, nunca pensé en este tipo de cosas como lencería sexy para seducir a algún hombre.
Ella asintió con la cabeza, repasando mis palabras en su cabeza. Después de unos pasos más ya nos encontrábamos frente a Victoria’s Secret. Sonreí internamente y caminé tras de ella.
—Bien, veamos —Gemma murmuró—. Has adelgazado mucho, pero no para mal, sino que ahora estás más caliente. Tus caderas son pequeñas y tus piernas largas —me repasó.
Me removí incómoda, viendo como recorría mi cuerpo con la mirada como si estuviera desnuda.
—Tus pechos son grandes, pero lo adecuado, hay sostenes perfectos para tu tipo de pecho. Tu color de piel es trigueña y lo sensual es que tu cabello es semi ondulado, eres una mujer caliente Amber.
Comencé a ver la lencería que colgaba de los estantes. Vi un conjunto de color salmón, el sostén tenía encaje y estaba segura que apenas lograba cubrir mis pezones, mientras que las bragas eran diminutas y de completo encaje, lo que dejaba a la vista mi piel de esa zona.
—Ese está bastante bien —Gemma sonrió—. El color es hermoso, y esas panties seguro le dan un infarto a Louis.
Sonreí divertida y seguí viendo. Otro conjunto era con estampado de leopardo, el sostén era strapple y las bragas tenían encaje por los bordes de color azul marino. Lo que me gustó de las bragas fue que por la parte trasera parecía como una tanga pero no tan pequeña, igual se veía sexy.
Estuve, a mi parecer, bastante tiempo buscando lencería. Ya tenía en manos cinco conjuntos los cuáles me pasaría a probar. Después de que una de las mujeres que guiara hasta los probadores, entré y Gemma se quedó fuera esperando.
—Oh Amber, eres completamente caliente —Gemma sonrió, viéndome con el conjunto puesto—. Ese definitivamente hará que Louis se corra en sus pantalones al segundo de verte.
Ruboricé y entré de nuevo al probador. Terminé comprando tres de los cinco conjuntos, estaba nerviosa y emocionada por ser la primera vez que compraba este tipo de lencería y para otras intenciones. Gemma y yo terminamos yendo a jugar a los bolos después de un rato.
Llegué al hotel y guardé la lencería en mi maleta, dejando la bolsa de Victoria’s Secret a un lado. Saskia estaba bastante alocada y eso me hacía reír, viéndola toda juguetona.
Después de darme una ducha, me acosté en la cama y prendí la televisión. Saskia ahora ya estaba cansada de tanto brincar por la habitación y estaba recostada a la altura de mis pies.
“He olvidado mencionarlo, ¿qué pasaría si te depilaras? Ya sabes, toda la zona.”
Ay Dios, Gemma.
“Estás de broma.”
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I can love you more than this
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