Salimos de ese restaurante después de tantos aplausos. Louis no dejaba de sonreír como idiota, y supuse que yo estaba igual que él.
—¿Te gusta el Gran Canal? —me preguntó, caminando conmigo.
—Por supuesto, es hermoso.
—Me alegra saber eso, ya que nuestra canoa nos está esperando —volteó a verme y me guiñó un ojo.
¡Mierda!, ¿una canoa nos estaba esperando? Yo lo miré sorprendida y mis ojos estaban bien abiertos, lo que hizo que él riera. Caminó conmigo aún de la mano y yo sostenía mis tulipanes con la otra mano.
—¡Joven Tomlinson! —saludó un hombre con barba, tendiendo la mano a Louis—. Lo estaba esperando, ¿es ella la afortunada? —preguntó viéndome.
—Así es Fred, ella es Amber —me presentó.
—Buenas noches, Fred —saludé sonriendo.
—¡Eres aún más guapa de lo que Louis me había dicho! —sonrió y yo ruboricé—. Pero vamos, que la canoa ya está lista.
Caminamos detrás de Fred y nos detuvimos frente a varias canoas. El Gran Canal se veía aún más lindo de como se veía desde la terraza. Fred subió primero a la canoa y Louis subió después, me tendió sus manos para ayudarme a subir.
—Esto es increíble —murmuré emocionada.
—Bien Louis, ya te enseñé todo por la mañana —dijo Fred—. Son casi las doce, y a esta hora siempre se ve mejor todo. Estos son los remos, y también ya te enseñé cómo utilizarlos.
—Gracias Fred —sonrió Louis.
—No hay de qué, nos vemos en un rato.
Fred se bajó de la canoa después de revisar que los remos estuvieran bien, dejándonos solos. Fred empujó la canoa lo que me tomó por sorpresa, y nos empezamos a desplazar por el agua. Louis tomó el remo y empezó a moverlo, haciendo que cada vez nos moviéramos un poco más.
Habían menos personas, claramente ya era tarde. La luna alumbraba a la perfección junto con las farolas y el agua brillaba. Louis dejó de remar unos minutos después y me abrazó.
—Esta noche ha sido perfecta —lo abracé por la cintura—. Gracias.
—No agradezcas, ha sido perfecta para mi también.
Su mano levantó mi barbilla y me besó, sonreí y él se separó de mi.
—Te quiero —murmuré y volví a besarlo.
Acarició mi mejilla con su pulgar y luego me siguió abrazando. El viaje en canoa seguía todavía, y por un momento pensé en tomarme una foto con Louis, ¿le molestaría?
—¿Louis?
—¿Hmm?
—Bueno…estaba pensando en tomar una foto —me separé de él y me miró dudoso—. Contigo —expliqué.
—Oh, ¿quieres una foto nuestra? —sonrió.
Yo asentí con la cabeza y él quitó mi celular de mi mano. Me abrazó de nuevo cerca de él y la cámara delantera de mi celular se encendió. Sonreí al igual que él y tomó la foto, luego cuando dejé de sonreír noté que tomo otra foto y reí. Vi por la pantalla del celular que él hacía una cara graciosa, y decidí hacer una también.
ESTÁS LEYENDO
I can love you more than this
Teen FictionTodos los derechos reservados© Obra registrada en Safe Creative con el código #1502023162158