Capítulo 10

1.2K 166 60
                                    

Al filo de la tormenta.

Yuuri observó hacia sus alrededores, tratando de hallar alguna vía de escape para alejarse de ese muchacho que lo miraba desde la orilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yuuri observó hacia sus alrededores, tratando de hallar alguna vía de escape para alejarse de ese muchacho que lo miraba desde la orilla. La única posición que pudo adoptar fue el mantenerse bajo el agua con intensión de cubrir su cuerpo desnudo. No podía creer que Victor se haya atrevido a seguirlo para espiarlo de una manera tan descarada ¿por qué? ¿Ahora revelaba una faceta de pervertido acosador? No era tan tolerante para permitir este tipo de acciones. El enojo se apoderó de él ante lo que significaba que alguien lo haya visto desnudo, sabía que si vio sus cicatrices haría preguntas. Era suficiente, no podía permitir que esa persona siguiera descubriendo más cosas que a nadie le permitió ver antes.

Victor nunca tuvo la intención de incomodar a Yuuri pero su curiosidad lo continuaba impulsando a entrometerse en el mundo de ese hechicero, sabía que no fue lo ideal ni haberlo seguido ni siquiera verlo a escondidas ¿qué quería en realidad? ¿Por qué buscó ver el cuerpo desnudo de ese chico? No se esperó encontrar con tan extrañas marcas y pese a querer lanzar preguntas en relación a ellas, debía comprender el ambiente, Yuuri lo observaba con odio.

—¡Yuuri! Lo siento, sé que fui un idiota en venir hasta aquí —dijo desde lo lejos, con un volumen de voz que se propagaba por las paredes de rocas—. ¡Quería hablar contigo! No pensé que te incomodaría tanto verte desnudo, después de todo ambos somos hombres. Debí pensar mejor que para ti quizás lo veías diferente.

Esas palabras tenían sentido, según cada costumbre, a algunas personas no les molesta ver cuerpos desnudos si pertenecen a su mismo género, hasta Yuuri reconocía que la ciudad en la que se crió permanecían costumbres heredadas de lo que se conocía como la antigua Japón. En aguas termales, no era raro ver otros cuerpos; el problema es que a él sí le molestaba eso, no compartía esa costumbre, después de todo, vivió la mayor parte de su vida solo con su sobrina, no estaba acostumbrado para nada a esa muestra de intimidad. También, cabe agregar, su cuerpo no era el más agraciado en revelar o ese era su propio punto de vista.

—¡No me interesa! —exclamó desde el medio del lago, donde únicamente su cabeza emergía del agua—. ¡¿Por qué no me preguntaste antes? No necesito la compañía de nadie para darme un baño. Si no tienes otra cosa para decir, vuelve a la cueva!

—¡Pero, Yuuri. Ya que estoy aquí, ¿por qué no hablamos un rato? Ya me has visto desnudo antes, ¿puedo entrar contigo?! —respondió con torpeza, a la espera de que no lo tomara como algo tan malo.

—¡No. Te he dicho que te vayas. No quiero tus preguntas! —reacio, aguardó inmóvil.

—Entonces no haré ninguna —respondió con seriedad. El viento se volvió más violento a medida que las nubes cubrían el cielo—. Si Yuuri no quiere que le pregunte nada, no lo haré. Pero lo decía en serio de querer hablar contigo, pasar un momento de charla solo entre nosotros —suspiró decaído—. ¿Si me doy la vuelta y espero a que te vuelvas a vestir? Sin apresurarte, puedo esperar todo el tiempo que desees.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora