Capítulo 3

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Extraña petición.

Ambos muchachos surcaron por el cielo el corto trayecto de vuelta a la ciudad

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Ambos muchachos surcaron por el cielo el corto trayecto de vuelta a la ciudad. Esta era la primera vez que a Guang Hong se le permitía ser parte de un vuelo sobre tan increíble ave, tanto él como su madre conocían del medio de transporte del peculiar hechicero pero más allá de datos como ese, nunca se les ocurrió involucrarse de alguna manera. Era impresionante la vista que se obtenía desde tan considerable altura, las potentes ráfagas de viento y control que llevaba el pelinegro; vivir todos esos años en la misma ciudad, sin tener oportunidad de recorrer el mundo, le despertaba el deseo de poseer esa misma libertad. Lo admiraba, Guang admiraba a ese muchacho pese a que nunca se le ocurriría decírselo. Sin embargo, la vida iba mucho más allá de solo desear libertad, además ¿qué era libertad realmente? Porque los conceptos podían diversificar entre distintas personas y Yuuri nunca creyó que él fuese libre.

—¡Yuuri! —llamó su atención antes de llegar a destino—. Con un ave como esta, ¿no sería sencillo poder llegar a Ombra? —preguntó con total inocencia pero queriendo aprovechar el transporte.

—¡Claro que no!

—¿Eh? ¿Por qué? —Se quejó desilusionado. Simplemente tiró esa idea, deseaba demasiado viajar hasta esa ciudad.

—Porque no. No hago viajes largos en un animal como éste, si llegase a volar sobre tierras ilegales en usar animales salvajes me lo quitarán. —Comenzó a descender su vuelo para adentrarse en el bosque.

Con cuidado, el ave tocó suelo y Yuuri, posterior, saltó de su espalda para ayudar a Guang a que descendiera. La entrada de Parfum de Fleurs se hallaba a unos cuantos metros de los que el omega residente debía proseguir por cuenta propia, hasta aquí finalizó su viaje y breve encuentro.

—Tienes razón.

El castaño observó a lo lejos, entre las ramas, la gran puerta a la que debía acercarse para regresar a su hogar; no se sentía con demasiada emoción por hacerlo.

—Ten cuidado la próxima vez. Nadie te prohíbe viajar pero hazlo acompañado, con alguien de confianza. —Se dedicó a revisar el arnés del buteo antes de proseguir con su trayecto de vuelta a casa.

—Gracias de nuevo. —bajó su mirada con tristeza—. No quiero que mi familia se involucre, ya que ellos están conformes en esta ciudad, aunque no posea grandes recursos siempre los he visto cómodos. Por eso, planearé mejor el viaje. Sé que Leo no puede venir a buscarme porque tiene otros asuntos, pero me esforzaré en ir hasta él.

Yuuri le observó curioso.

—¿Pero por qué quieres hacer eso? Entiendo que no se acepten alfas aquí pero si la idea es estar acompañado, ¿no te bastaría que conozcas a un beta u otro omega como tú?

—¿Qué dices? —Le sorprendió la tranquilidad con lo que hizo aquella interrogante. No era cuestión de compañía, ¿qué interpretaba ese chico de su insistencia por ir a Ombra?

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora