Capítulo 35

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Complot.

Los chicos sabían que inventar cualquier argumento no sería sencillo para convencer a Lilia de lo que ocurría, bien podrían explicar con la verdad quién era Yuuri y sus acompañantes, pero no podían explicarse a ellos mismos cómo y quién pudo haber...

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Los chicos sabían que inventar cualquier argumento no sería sencillo para convencer a Lilia de lo que ocurría, bien podrían explicar con la verdad quién era Yuuri y sus acompañantes, pero no podían explicarse a ellos mismos cómo y quién pudo haber ingresado en la noche para robar el anillo real. Yuuri o Victor no fueron, estaban encerrados con llave, mucho menos pudo haber sido la niña, ninguno de estos tenía el motivo tampoco. Alguien del exterior, bastante astuto, se las arregló para ingresar sin siquiera provocar el mínimo de ruido, con la suma de haber hecho un trayecto sin siquiera haber sido visto por guardianes. Estaban sorprendidos por este hecho, pero sería injusto que llegasen a culpar a un par de personas que terminaron en esta mansión por capricho del príncipe.

Lilia observaba severa a Otabek ya que desconocía aún todo el contexto, estaba centrada en tratar de indagar en la acusación de su sirvienta, ¿por qué Otabek estaba acompañado de otro alfa? ¿Bajo cuál autorización? Siendo un completo desconocido sería el primero en sospecha.

—¡Un segundo! —interrumpió Yuri— ¿No crees que es muy apresurado acusar a alguien de robo? Acaba de decir que ingresó una persona por la ventana, seguro habrá ocurrido en la noche mientras dormíamos, ¿qué sentido tiene que Otabek esté con el ladrón ahora, lo lleve en su motocicleta y lo vuelta a traer? ¡No tiene para nada de sentido!

La sirvienta titubeó.

—¿Y por qué el señor Altin estaría con un alfa desconocido que oculte su rostro? ¡Seguro aún debe andar por la casa. Podría estar robando algo más! —acusó indignada.

—¿Estás diciendo que Otabek es cómplice? —despreció con su mirada.

—Yo solo... yo solo digo, no es que... —dudó de sus palabras, sintiéndose insegura, no quería perder su trabajo por hacer enojar al príncipe Plisetsky; decía lo que pensaba de la situación.

—Suficiente —habló Lilia—, lo más importante ahora es el robo del anillo, hay que avisar cuanto antes a las autoridades. Amalia —mencionó a la sirvienta que seguía alterada—, ¿estás segura que no te confundiste con el aroma de la persona que mencionas? Otabek y Ermek acaban de aparecer hace un momento, ¿quién más pudo haber estado con Otabek que su hermano?

—Nunca cometería ese error, señora. Tenemos el trabajo de estar pendiente ante cualquier problema que involucre la seguridad del príncipe, nunca acusaría sin estar segura.

Al escuchar la fuerza de sus palabras, conociendo la responsabilidad de cada miembro trabajador de la familia, supo que se iba a tener que llegar a fondo en esto. Sin embargo, la acusación de robo todavía no la tomaba como relevante, que un alfa ingresara a la casa no lo convertía en automáticamente en el ladrón.

—Bien, primero, ordena a cada guardia a realizar inspección por toda la zona. Avisa a la autoridad principal en bloquear las puertas de la muralla, que mantengan la calma y vengan a investigar el robo directamente. Nadie que esté dentro de la mansión podrá salir hasta la corriente investigación —ordenó a su sirvienta del cual se apresuró en obedecer.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora