Capítulo 21

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Regalos y petición.

Victor y Shiori estaban sentados en el césped, frente a un gran lago en el que Makkachin jugaba un rato mientras se quitaba toda la suciedad de su pelaje

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Victor y Shiori estaban sentados en el césped, frente a un gran lago en el que Makkachin jugaba un rato mientras se quitaba toda la suciedad de su pelaje. Junto a Victor estaban los racimos de frutas rojas que logró encontrar en la cueva del volcán, por suerte, su búsqueda no había sido tan complicada como creía más allá de escalar un par de metros de piedras, si el volcán estuviese activo las cosas serían distintas. Shiori quiso acompañarlo, por lo que antes de volver a la casa decidieron tomarse un descanso y comer algunas frutas; había sido un largo día.

 Shiori quiso acompañarlo, por lo que antes de volver a la casa decidieron tomarse un descanso y comer algunas frutas; había sido un largo día

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Ahora todo estaba más calmo, disfrutando de ese paisaje.

—Me pregunto si esto bastará para darle a Yuuri —mencionó el platinado observando las frutas—, además de hacerle su comida favorita...

—Le gustará —dijo la niña—, mi tío se pone feliz con cualquier cosa que yo le regale.

—Pero porque Shiori es Shiori, Shiori ya se ganó el corazón de su tío —sonrió.

—Umm, pero mi tío te dejó vivir con nosotros, entonces eso significa que también tienes una parte de su corazón ¿no? —pronunció totalmente convencida— Tío estará feliz.

—Si Shiori lo dice entonces tendré que creerle —rió y comió un par de las pequeñas frutas—. Estas son realmente dulces, ¿en serio a tu tío le gusta tomar baños con esta fragancia? Huele bien pero es demasiado dulce —no es no le gustara el sabor dulce, pero no era su favorito.

—Es que ese olor es similar al de mamá, las frutas y su hierba son dulces, parece manzanilla. Mi tío me dijo que si quiero saber a qué olía mamá, debía oler esta planta.

Victor se sorprendió.

—Entiendo... entonces le recuerda a tu mamá —juntó sus piernas y abrazó sus rodillas, recostando su rostro a un lado y observando a la pacífica niña—, debe extrañarla...

—Mi tío me ha contado historias de ella, como lo mandona que era pero que siempre se preocupaba por él, lo ayudó en muchas cosas. Me ha dicho que era muy divertida y me leía cuentos cuando estaba en su panza.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora