Capítulo 9

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Cicatrices.

El grupo prosiguió a su extenso viaje en lo que el paisaje se componía de vegetación, árboles y caminos de tierra

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El grupo prosiguió a su extenso viaje en lo que el paisaje se componía de vegetación, árboles y caminos de tierra. Con el sol en lo alto, cada uno avanzaba a la misma dirección, pese a poseer un mapa, Yuuri era quien conocía los trayectos mejor que cualquiera. El pelinegro aún se preguntaba a sí mismo el porqué había accedido tan fácil a un viaje con personas del cual no debería estar vinculándose. Después de tanto tiempo haciendo las cosas por su cuenta o con su sobrina, ¿cómo las cosas se tornaron de esta forma?

Quizás de Guang Hong no veía tanta la molestia ya que su familia eran clientes suyo y el joven siempre respetó su distancia, pero ¿Victor? Con todos los problemas ocasionados en solo un día, ¿era recomendable tenerlo con ellos aunque sea solo un viaje? Por más discurso de confianza le haya hecho, sus disculpas parecían sinceras, pero al verlo uno podía concluir que en cualquier momento podría salir con alguna locura. Parecía un niño cuya curiosidad lo arrastraba sin control, sin embargo, esa manera de arriesgarse y no tener malas intensiones con respecto a los hechiceros era algo que en muy pocas personas veía.

Makkachin era quien se encargaba de llevar algún par de bolsas sin mucho peso y de a ratos, a la pequeña Shiori sobre su lomo cuando sus pies no le permitían seguir el ritmo de los demás. La suma paz de la naturaleza se sentía en el aire, tan tranquila y predominante, en la que un reducido grupo se sentía minúsculo al deambular por su espacio o eso repercutía en la razón de Guang y Victor. En cambio, Yuuri observaba a su alrededor como fuentes interesantes de saber, qué minerales tendrá la montaña a lo lejos o si vería alguna planta de la que pueda sacar algún provecho.

—¡Aah! ¡Tío, ¿cuál es esa?! —Shiori se bajó rápidamente del lomo del lobo y corrió hasta las raíces de un árbol.

El grupo se mantuvo mirando expectante a su descubrimiento hasta que regresó con una extraña flor plateada entre sus manos.

—¿Una caléndula de plata? —Yuuri la levantó entre sus dedos—. Son buenas para muchos tipos de medicina, pero en exceso son venenosas. Pensé que ya habías leído los tipos de flores.

—Sí pero me olvido —dijo la niña recuperando la pequeña flor y saltando por alrededor de ellos—. ¡Quiero aprender de muchas cosas, como mi tío!

—¡Seguro que lo harás! —animó Victor mientras continuaban con el viaje—. Mírame a mí, yo ni siquiera conocía esa flor.

—¡Mi tío sabe mucho y me enseña! —comenzó a caminar a un lado del platinado y le jaló la vestimenta para que se agachara—. ¡Yo también puedo enseñarle a Victor si quiere!

—¡Wow, ¿en serio?! —sonrió y descendió a su altura. En ese instante, la niña colocó la peculiar flor a un lado de su cabello, sorprendiéndole.

—Se parece al cabello de Victor —pronunció ella con una gran sonrisa.

Victor, uniéndose a su juego, se levantó y miró hacia Yuuri con ambas manos apoyadas en su rostro y forzando una pose extraña.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora