Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]

Capítulo 26

Personas problemáticas.

Yuuri se distrajo rápidamente por la ausencia de la niña olvidando por completo lo que anteriormente estaba diciendo, sabía que estaba con Phichit pero simplemente decía cualquier cosa que se le cruzara por la mente, la parte suya protectora seguía latente pese al alcohol y era entendible, nunca en su vida se puso ebrio con el cuidado de su sobrina ¿qué lo hizo bajar tanto su guardia?

—Shiori... —volvió a nombrar murmurando a Victor como si esperara a que le dé una respuesta.

—Phichit la está cuidando —respondió apoyando sus manos en la cintura del hechicero—, pero ¿acaso quieres que tu sobrina te vea en este estado? Tienes que calmarte primero y dormir —sonrió.

—Mmm —infló sus mejillas—, ¡Yo estoy bien! Tú tienes que calmarte.

—¿Eh? ¿Por qué yo?

—Porque sí —parecía que solo quería buscar razones para discutir—. Jejeje —comenzó a reírse de forma muy torpe y graciosa, aún seguía sentado sobre las piernas de Victor sin apartarse, parecía estar cómodo, además de reírse y mecerse de un lado a otro, colocar su mano sobre la mejilla ajena y balbucear cosas sin sentido. Parecía un niño pequeño.

—Realmente pienso que te haría bien una ducha tibia ¿qué dices? —sabía que esto iba a tardar demasiado tiempo si solo se quedaban allí sentados en el suelo. No es que no disfrutara de la divertida escena, pero no podía aprovecharse del estado de Yuuri, tenía que tratar de calmarlo.

—Mmm —lo miró fijamente, acariciando su mejilla con sus dedos y presionando el rostro con la punta de los mismos como picándolo—, ¿y Victor se duchará conmigo? —volvió a soltar una risilla.

—¡Wao! —se hizo la imagen en su cabeza pero al segundo enfrió su mente—, ¡creo que esta vez Yuuri debería bañarse solo, puedo ayudarte. Pero no creo que sea buena idea! —sonrió nervioso.

—¿Por qué? —arrugó el ceño y rodeó con sus brazos alrededor del cuello de Victor, hablando muy cerca al punto de hacer notar su aliento de alcohol—, ¿no te gusto? ¿No dijiste que te gustaba? ¿Entonces rechazas hacer estas cosas con la persona que te gusta? ¿Fue mentira entonces? —soltó una serie de preguntas que dejaron al otro confundido—, ¿es porque no soy guapo? Seguro es eso —apoyó su frente sobre la suya y clavó una intensa mirada de enojo y tristeza a la vez—, ¿no te gusta mi cuerpo, verdad? ¿Es por mis cicatrices? Lo sabía.

—¿Qué? Espera, espera, Yuuri, calma. No es eso, ¡amo todo de ti! Debes tranquilizarte.

Yuuri detuvo sus movimientos inquietos, relajó su rostro y sintiendo un ligero mareo bajó su mirada, ¿en qué pensaba? Victor se mantenía en silencio, observando lo que hacía o diría, ¿sería mejor levantarlo a la fuerza y llevarlo al baño? De pronto, Yuuri llevó una de sus manos hacia su pecho.