Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]

Capítulo 50

Encrucijada.

Yuuri y Jean terminaron saliendo del restaurante juntos, Jean aún se comportaba con Yuuri como si fuesen amigos de toda la vida, carcajeando y hablando de sí mismo.

—Pero realmente no creía que fueses tú el que se encontró con Isabella, me sorprendí cuando me dieron tu información, después de todo mi padre confía mucho en ti —dijo colocando su brazo de vuelta por detrás del cuello ajeno—. Pero bueno, si dices que hay problemas en la fábrica deberíamos darnos prisa.

—Primero deberías convencer a tu padre que mande gente capacitada y comience a trasladar a las personas.

—¿No tendrías que darme al lobo primero? —preguntó sarcástico.

—Te lo daré, pero primero debo hablarlo con mi pareja. Debería prepararse para cuando vengan a buscarlo, no quiero que aparezcan sin que sepa nada. Y como fuiste tú quién propuso el trato en primer lugar, ¿no me deberías garantizar que realmente tu padre hará algo? Yo no me iré de la ciudad hasta ver una solución, así que no te deberías preocupar que no te entregue el lobo, no podría escapar a ningún lado. En cambio, de la parte de tu trato sí desconfiaría que se cumpla. Garantízamelo antes y el lobo será tuyo.

Leroy, sonriente, se detuvo y sacó su móvil del bolsillo.

—Bien, entonces ¿tienes un medio de contacto? Te pasaré mi código y dame el tuyo. Cuando esté todo en orden y logre hablar con mi padre, te avisaré. Haré que él se ponga en contacto contigo también.

Yuuri dudó por segundos. Aún no agregaba a nadie que no fuese gente medianamente cercana, de igual manera no había forma que ofrecer ese dato presentara alguna especie de peligro hacia él ya que bien su móvil era incapaz de ser localizado.

—De acuerdo. Esperaré hasta mañana. No puedo darte más días en que convenzas a tu padre ya que es la salud de las personas que están en riesgo y me niego a que sigan trabajando allí más días —le ofreció su contacto y lo miró con seriedad—. Espero realmente cumplas.

—Sí, sí. Espero cumplas también tu parte —dijo con su tono sobrante usual y prosiguió a subirse a su coche—. ¿Te llevo a algún sitio?

—No gracias. Iré por mi cuenta desde aquí.

—De acuerdo. ¡Hasta luego! —sonriendo por última vez, cerró la puerta del coche y se alejó del hechicero.

Apenas Leroy se marchó, Yuuri comenzó a caminar a la par de escribir un mensaje en su móvil. Sinceramente todavía no se sentía ni siquiera confiado de caminar solo por esas calles, ahora que supo que Leroy se atrevió a vigilar y sacar información de ellos era como si una alerta de paranoia se activara en él. Debía encontrarse con cierta persona de la manera más sutil posible y a la vez que esa persona no sufriera la desgracia en que descubrieran que se encontraron. Por ahora quería pensar que ya no los estarían vigilando, Leroy ya obtuvo la información que quería, saber quiénes hablaron con Isabella y hacer el trato. Por su parte ahora debía esperar. Mientras tanto no podía solo ir al hospedaje y sentarse a aguardar noticias, debía continuar operando por su lado lo siguiente.