Llegada a Ágape.
Esa noche, Yuuri decidió quitar la hilera de almohadas que había colocado en el centro de su cama. La reacción de emoción estaba totalmente explícita en el rostro del platinado pero no quería ser lo bastante obvio, pese a que si fuese por él ya habría saltado encima para acorralarlo sobre la cama. Yuuri no era para nada ingenuo en los deseos de esa persona, ya de por sí se preguntaba si realmente estaba bien que ambos compartieran la misma cama, pero en todos estos días, Victor no había demostrado intensiones de no respetar su espacio sin permiso, parecía que esperara a que la distancia la vaya acortando el mismo Yuuri. Acercar un bocado de comida y esperar a que el otro la aceptara, abrir sus brazos y esperar a que aceptara su abrazo, preguntar si podía lavar su espalda... Aunque aún actuara impulsivo en ciertos momentos, se notaba que quería esforzarse en no actuar sin pensar pero no es que Yuuri quisiera que cambiara por completo para complacerlo. Él ya sabía su actitud cuando le permitió vivir con él.
Al recostarse cada uno, sin palabras de por medio, el sentimiento de una inexplicable comodidad era parte de ambos. El pelinegro estaba acostumbrado a siempre llegar a casa y tener que dormir solo, o en ciertas ocasiones estaba acompañado de su sobrina hasta que ésta se durmiera, pero estar acompañado de otra persona cuya relación no sabía hasta dónde escalaría era inusual, inusual pero al mismo tiempo cálido.
A los pocos minutos, sintió desde su espalda como una mano cruzaba por sobre su cadera y un torso de aproximó para mantener la cercanía entre los cuerpos. Este sorpresivo movimiento alertó a Yuuri que intentó girarse para observar el rostro ajeno, mas no pudo preguntar qué estaba haciendo. Se guardó sus palabras al ver que esa persona en realidad estaba dormida, no lucía como si fuese intencional. Finalmente, permitiendo que la mano continuara rodeando su cintura, Yuuri se giró para ver cara a cara al dormido. El que se debería haber dormido más rápido del cansancio no debió haber sido él, pero se imaginaba que no habrá resultado para nada fácil el haber traído los ingredientes para hacer un katsudon, a la vez que aquella fruta aromática para su baño; pensó que fueron cosas muy tontas e indispensables ya que nunca las pidió. No obstante, que alguien quisiera hacer esos detalles como un regalo, lo apreciaba, no es que nunca haya recibido regalos, tenía clientes de los cuales a veces le entregaban cosas o la misma Shiori le daba. Pero con Victor, se sentía distinto. Sin notarlo, sus pies se comenzaron a mover entre sí, juguetón, con su mirada fija al pálido rostro que lograba visualizar por la luz de la luna proveniente de la ventana, ya había notado antes las largas pestañas que poseía.
Yuuri levantó su mano y rozó sus dedos sobre la mejilla de Victor, además de lucir una piel como porcelana, era bastante suave. Sus labios eran de un ligero tono rosa y sus rasgos atractivos le hicieron concluir que lo más seguro era que ese muchacho habría sido muy popular toda su vida. Aún así, tuvo la mala suerte de no ser apreciado por el beta que era. Ser lastimado y aún con los ánimos de desear tener a otra persona en su vida, para Yuuri hacer algo así no podía entenderlo, si fuese herido de tal manera su confianza en las personas disminuiría considerablemente, más de lo que ya hacía. Tal vez esa era la principal razón por la que nunca se molestó en tener pareja, por la inseguridad de ser lastimado, antes de ser abandonado prefería ni siquiera experimentarlo. Eran bastante opuestos en ese sentido, uno que fue herido y continuaba intentándolo, otro que ni siquiera quería intentarlo para no sufrirlo. Pero allí estaba él, dejándolo compartir su cama, su vida, su realidad, abriéndose a la posibilidad de salir herido.
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Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]
Fanfiction[AU Omegaverse] Una nueva Era produjo cambios de todo tipo en el mundo: naturales, sociales o políticos. La metamorfosis biológica de los humanos los encasilló en tres categorías: Alfa, beta u omega; muchos consiguieron adaptarse pero otros, inusu...