Capítulo 24

1K 139 24
                                    

Sin tercera opción.

Cuando los hermanos observaron la insignia que poseía aquel niño de cabello dorado colgada desde el cuello sintieron que su corazón se salía del pecho, ¿por qué el príncipe de Ágape estaba allí? ¿Realmente había recorrido toda esa distancia desde ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando los hermanos observaron la insignia que poseía aquel niño de cabello dorado colgada desde el cuello sintieron que su corazón se salía del pecho, ¿por qué el príncipe de Ágape estaba allí? ¿Realmente había recorrido toda esa distancia desde la ciudad por su cuenta? ¿Cómo logró escapar sin ser visto? Pero ahora lo más importante era una cosa, que claramente debían estar buscándolo. Para llegar a pie hasta la casa de Yuuri debió haber estado días caminando, cruzando caminos y bosques, era increíble que aún estuvieses ileso de pies a cabeza, o tuvo demasiada suerte o era demasiado ágil y perspicaz a pesar de su edad.

 Para llegar a pie hasta la casa de Yuuri debió haber estado días caminando, cruzando caminos y bosques, era increíble que aún estuvieses ileso de pies a cabeza, o tuvo demasiada suerte o era demasiado ágil y perspicaz a pesar de su edad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sin importar sus razones, excusas, ellos no podían resguardarlo. Si la guardia de Ágape llegaba a aparecer por zonas cercanas siguiendo su rastro, no solo la paz de vivir sin gente que supiera su ubicación se terminaría para Yuuri, sino que era probable que se vieran en un gran problema al punto de ser arrestados, sin importar que el príncipe los defendiera. Sin embargo, a pesar del momentáneo susto, Mari fue la primera que se calmó y miró fijamente al niño.

—Bueno, ya veremos cómo resolveremos esto, por el momento, Yuri ¿quieres entrar a la vivienda? Déjame ver tus pies, has caminado muchas horas —propuso la mujer.

—¡¿Dejarás que entre?! Mari... esto no es buena idea —dijo preocupado el hermano.

—No voy a dejar que solo se vaya, debe estar hambriento, imagina todo el viaje que habrá hecho en el frío, sus pies deben estar muy mal. Sabes la clase de persona que soy, luego hablaremos bien de su situación —dijo autoritaria y sin cambiar de parecer.

Yuri miró a ambas personas, él sabía que no podía confiar en cualquier persona ya que cualquiera podría aprovecharse de su status para secuestrarlo, pero no podía desconfiar de la muchacha, quizás eso se debía con mayor razón al enorme vientre que poseía. Temía que una mujer cerca de tener a su bebé se viera metida en problemas por su culpa, sin embargo, no sentía motivo de rechazar esa amabilidad. Además, por alguna razón, creía que no sería fácil de ser encontrado, ni supo cómo es que llegó a esta casa pero en todo su trayecto se aseguró de dejar rastros suyos en varios puntos para engañar su búsqueda; hasta ató pequeños trozos de prenda suya a ciertos roedores, básicamente si querían buscarlo con algún rastreador de aroma no sería fácil. También tenía suerte que aún no tuviese su primer celo, él ya sabía que era un omega en base a pruebas anatómicas de su cuerpo, otros lo descubrían en plena adolescencia; al no haber liberado un aroma más intenso por su categoría, era beneficioso.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora