Capítulo 58

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Pensar en positivo.

Esa noche, Yurio se encontraba despierto en su cuarto observando hacia la gran ventana, en esa zona las nubes grises ya habían pasado

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Esa noche, Yurio se encontraba despierto en su cuarto observando hacia la gran ventana, en esa zona las nubes grises ya habían pasado. Junto a su cama consiguió para el pequeño lince otra cama más pequeña y juguetes para que el pequeño se entretuviera, seguramente en los meses que continuara creciendo todo eso no resultaría para su tamaño pero por el momento lo mimaba con un pequeño niño.

Lilia le había advertido en reiteradas veces que el animal se quedara afuera, en el jardín, ya que adentro pese a ser un ambiente nuevo se había asegurado de rasgar unas cortinas y saltar sobre estanterías y mesas con objetos lujosos. Tuvieron que cambiar de ubicación ciertas cosas, por suerte no dejaban al animal solo y Yurio estaba pendiente del mismo a cada minuto, sin embargo era imposible controlarlo la mayor parte del tiempo. Por el momento, el llenar de juguetes por todo el suelo del cuarto funcionaba bastante bien el tenerlo distraído, corría de un lado a otro saltando por sillones, escondiéndose debajo de estos y saltando como si cazara cada peluche.

Alguien golpeó en la puerta un par de veces y lentamente se abrió haciendo presencia la persona que había llamado. Otabek ingresó al cuarto observando como el lince se acercó corriendo hasta sus pies, dio un par de brincos y salió de nuevo despedido por debajo de la cama.

—¿Qué fue eso?

Yurio simplemente reía.

—¡¿A que no es el mejor!? —exclamaba orgulloso.

Otabek sonrió y se acercó hacia él.

—¿Puedo saber para qué me has llamado? Y siendo tan tarde...

Yuri desvió la mirada y despegó su espalda de la ventana para dirigirse a un rincón donde se hallaba un escritorio, agarró un papel y se acercó de nuevo a Otabek. Con total seriedad, extendió la hoja frente a sus ojos.

—¿Qué es esto? —preguntó esperando a que lo leyera y diera explicaciones.

Otabek agarró el papel y leyó con atención. Era la impresión de una noticia, justamente la del suceso en la anterior ciudad de la que había venido, una noticia que aún no confirmaba muchas cosas pero se envolvía en rumores preocupantes que él no pasaría por alto. La acusación que un posible hechicero haya perjudicado y asesinado a personas, el saber que Otabek estaría allí investigando, figuraba también el asunto del escape de animales salvajes obtenidos en caza ilegal ¿de dónde sacó el lince que había traído si esa especie no era propia de esta área? Yuri no era tonto. Luego de ese descontrol que se extendió mundialmente, el que apuntara a hechiceros como culpables... no podía evitar asumir que Otabek estaba relacionado con eso.

—¿Por qué me preguntas esto? Es cierto que algo ocurrió en esa ciudad, pero ese material tóxico aún está siendo investigado, no se pueden sacar conclusiones.

—Dijiste que recolectabas información ya que esa ciudad estaba rompiendo varias normas sociales, ¿pero por qué terminó así? ¿Qué hiciste en realidad? Si te pregunto es porque no quiero estar ignorando este tema si sé que te involucraste, ¿hubo más hechiceros? ¿Por qué utilizaron eso? —preguntaba ansioso.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora