Él - Capítulo 5

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 -Ya no se puede gatita.... ahora, si seras mi zorrita... - sentencio rozando sus  dedos por el mechón rebelde de mi fleco mojado.

    No supe que decir. Rebusque en lo mas profundo de mi rebeldía alguna respuesta ante su ofensivo comentario,  mientras su mirada me abrumaba.

- ¿puedo proponerte un trato ?-  logre articular quebrantada, saboreando una gota de agua que se había colado por mi labio.  Deduje que ya nadie iba a darme respuestas y tampoco sabia como  haría para pagarle al tipo.

 -Ten buena noche Demian- exclamo Margaret haciendo que desviará mi vista de los ojos del que ahora ya tenía nombre  hacia el umbral de la casa  donde se encontraban los otros dos- Fue un placer hacer negocios contigo- dijo enganchando su brazo derecho al de Alexander sonriendo descaradamente mientras cerraba la puerta.

    Parpade al escuchar la chapa y la madera unirse. Alexander no había dicho nada, solo se había limitado a ver el Ferrari 488 negro que obviamente era del hombre que ejercía ahora fuerza en mi brazo izquierdo.

 -Haras muchos tratos  conmigo. ¡Ahora camina! - respondió a mi propuesta tirando de mi brazo hacia su auto, quito el seguro, abrió la puerta y me empujo con brusquedad dando como resultado que mi frente chocara contra el marco que se unía con la puerta

-  ¡auchh! ¿ Qué te ocurre?- dije tocando el lado izquierdo de mi frente a la vez que me agarraba de la puerta tratando de recomponerme. Me había dejado justo ahí para subir del otro lado del auto - No tienes por qué golpearme.

-¿Tendre que ayudarte a entrar o lo harás por tu cuenta? -preguntó mientras introducía la llave del auto y lo encendía.

- Tu no eres nadie con quién tenga que irme, así que te haré una propuesta para pagarte el dinero, pero no tienes ningún derecho a llevarme a la fuerza.

    Sentía mucho dolor. Solía tener migrañas cada nada y gracias a este golpe ya estaba asegurado un fúerte dolor de cabeza, cerré mis ojos mientras ponía mi mano sobre mi frente - en par de segundos sentí como unos brazos me introducían en el auto y yo me deje guiar, más por el mareo y dolor que sentía; así que  sin decir nada me acomode. Recosté unos segundos mi cabeza con el espaldar del asiento y cerré mis ojos respirando profundo aun con la palma de  mi mano en la frente.
 
    Preste atención al olor dentro del auto y sentí nauseas. ¿Qué tipo de olor era ese? Parecía  un juego entre ácido y dulce  con toques de madera. Abrí mis ojos bajando la mano de  donde se encontraba, la observe y note sangre en ella, me asuste y mire al hombre de reojo; note gotas de agua resbalar por su cien y su cuello, parecía estar teniendo una lucha interna consigo mismo. Jalé un poco la tela de la blusa no tan mojada para limpiarme con ella-  ¡Espero y no sea de puntos! -dije mentalmente aun  limpiando la sangre que seguia saliendo.

     ¿Y ahora que sucederá? ¿a donde me llevara este tipo?. No esperaba volver a verlo, ni siquiera había pensado en él mas de dos días de rabia que había durado recordando la situación del bar.

-Puedes dejarme acá... gracias-  dije tratando de sonar segura con mis palabras, pero salieron con la suficiente inseguridad como si de una anticipación a un regaño por parte de él esperara.

 -No querida,ya no saldrás.. no lo harás. Solo cuando sea estrictamente necesario hacerlo - Explicó mirando fijamente la carretera .

 - ¡PARA EL AUTO AHORA IMBECIL !-   Grite exasperada y bastante asustada cuando después de unos segundos vi palpitar una vena en su frente y otra en su cuello al  tiempo que  apretaba sus dedos al volante del auto.

   Freno de golpe y mi cuerpo se tenso- ¡ ajhh! - exclamé cuando sentí una punzada en la herida que tenía en mi frente. Toque la herida otra vez con mi mano y sentí un escalofrío que no precisamente era a causa de la gran lluvia que caía afuera, sino que mas bien era producido por la manera en que el hombre me estaba mirando en este momento y llegue a imaginar que me golpearía. Tragué saliva y por instinto empece a retroceder lo poco que se podía.

   

    

       

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