Bajo tu dominio

Capitulo 40

Tito

-¿pero cómo estas tan seguro que ella no saldrá herida? ¡ La pones en peligro! – el hermano de Maddy se alteraba conforme le describía los planes que se llevarían a cabo en un día.

- Si no es de esta manera, ella no saldrá de ese lugar ¿enserio crees que Aron la devolverá a su flamante esposo? ¿Que no la viste tú mismo el día que estuviste en su casa? Él no la soltara a menos que sea de esta manera... se le ve el odio y el ansia que le tiene a Maddy... ese cerdo está acabando con ella – expliqué haciendo que callera en cuenta

Era normal que él quisiera protegerá y que buscara una mejor manera de sacarla de la mansión.

- Su esposo ira para convencer a Aron de que la devuelva porque la necesita – su cuerpo demandaba furia y ansiedad aun en su postura de seriedad sentado en su sofá con los brazos cruzados.

Su comentario me hizo reír, cómo se podía confiar en la persona que la había enviado a ese lugar a menos que él realmente estuviera enamorado de Maddy, aunque yo no estaba tan seguro de que Maddy sintiera lo mismo o por lo menos no en este momento cuando lo más que deseaba era salir libre.

- Eso no ocurrirá – reí con ironía- Aron está repleto de seguridad, no creo que tu cuñado con sus pocos guarda espaldas pueda hacer algo

- Tampoco son pocos –dijo de ladeando la cabeza, movimiento que me hizo recordar la cara de la chica cuando se intrigaba por algo que yo le comentaba

-Aun si ese tipo hiciera algún farfullo para sacarla eso la pondría en peligro...no conocen la casa ni el lugar donde se encuentra ella y aun cuando todo resultara, Aron tiene muchas influencias, en cuestión de horas estaría totalmente divorciada de él y desaparecida para ustedes. Yo soy el único medio para que ella salga de allá y por fin este mejor, por lo menos por un tiempo deberá estar con su esposo en cuanto pueda marcharse. Conozco todos sus movimientos y tengo su confianza o ¿acaso crees que podría estar hablando contigo tranquilamente? – cruce mis brazos

-¿A qué te refieres cuando dices que '' en cuanto pueda marcharse''? - fijo su mirada expectante en mí.

- Creo que no soy el único que considera que volver a los brazos de su esposo no es una buena opción después de todo lo que le ha hecho y aún más con la pérdida de su hijo. Yo estuve con ella todo este tiempo y se por todo lo que pudo pasar ¿estarías dispuesto a dejarla en sus manos si en cualquier momento puede volver a venderla como si fuera una prostituta?- puse un dedo en mi cabeza haciendo alusión al raciocinio - ella no se lo merece.... Es fuerte, pero su cuerpo no aguantara más que otros pocos meses, tu misma la viste, está en mal estado. Necesita nutrirse.

-Claro que la vi, su cuerpo no es el mismo, ni siquiera sus ojos – hablo entre dientes

- Entonces tienes que estar pendiente a mi llamada, no puedo traerla hasta tu apartamento, está muy hacia el centro de la ciudad. En cambio la casa de su ''esposo'' – enfatice con mis dedos la palabra ''esposo'' – está más cerca de la mansión de Aron y yo no tengo tiempo de llevarla a otro lugar... si todo sale como lo planeo, tendré menos de un minuto para entregártela.

- Este bien. Pero aun no has respondido por completo a mi pregunta ¿ella piensa irse?- levantándose con una mano en su cintura y la otra balanceándola siguió preguntando- ¿ a dónde piensa ir?

Su descontrol de emociones estaba al borde, parecía un niño tratando de encajar piezas. Me recordó a mí el día que Aron disparo contra Diana; con un sinfín de emociones e intrigas esperando que alguien más las dirija.

-Ella necesita sanar todavía muchas cosas. A lo que podría parecer una huida o evasiva para no estar con su esposo, es más bien un replanteamiento que necesita urgentemente, reencontrarse con ella y elegir sin que nadie le induzca un camino lo que ella más quiere para sí y eso no creo que pueda hacerlo junto a él. Así que si, ella no piensa quedarse y me parece que espera tu apoyo.

- y lo tendrá...siempre lo ha tenido.

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Maddy

El frío se había incrementado en mi pequeña y oscura habitación. Podía presumir de mi única cobija... la chaqueta de Tito. El hombre de Aron que siempre venia de madrugada, ya me había sacado para ''ducharme'' creo que el acostumbrarme al frio del agua casi helada en las mañanas o las veces que tenía oportunidad de bañarme ayudó a apaciguar el frio que se colaba por la pequeña ventana en mi pequeño calabozo.

Era increíble la falta que en cuestión de horas podía hacerme Tito, además de darme paz con sus palabras y seguridad a su lado, me daba confianza... y vaya la confianza que llegue a tener con él. Al comienzo daba pena que él tuviera que presenciar de frente cuando Aron abusaba de mi algunas veces, pero con el tiempo me acostumbre, extrañamente me daba más curiosidad el que estuviera ahí que en otro lugar. No confiaba en nadie más que él y bueno mi hermano, pero al estar Tito todo este tiempo conmigo había sido fructífero, sobre todo porque poco a poco ayudó a que yo aprendiera a ver las cosas desde afuera y a controlar mis emociones y, mantenerlas en línea cuando Aron entraba en mi... Si tan solo la manera y el momento de conocerlo hubiera sido en otro momento podría decir que fácilmente me hubiera enamorado de él, pero aunque me ayudó a que aprendiera a controlar mis emociones, no pudo controlar el sentimiento de Amor que aun muy debajo de toda esa capa de hierro que había envuelto mi corazón le demandaba a Demian. Podía sonar como una masoquista, pero lo que sentía por Demian seguía ahí, a lo mejor no de la misma manera, pero si lo volviera a ver sabía perfectamente que mis piernas temblarían al verlo. Por eso cuando saliera de aquí no quería volver donde él estaba, no quería perder la fuerza que había conseguido para poder velar por mi propia vida y si el entraba de nuevo en estos momentos desquebrajaría mi voluntad. Aunque sintiera aun cosas por él, entendía que lo mejor era estar lejos, además no sabía si sus intenciones seguían siendo las mismas conmigo; el seguir vendiéndome o sus desplantes, no los quería de nuevo. Por eso empecé a pensar únicamente en mi futuro, en cuidar de mi de todas las maneras posibles para no volver a caer en lo mismo.