capitulo 41

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Maddy

Frente al espejo,Pusé sobre mi labios el labial vino tinto haciendo juego con las sombras sobre mis ojos, los cuales estaban también adornados con una notable brillantina, mis pestañas se encontraban voluminosas por el suficiente rímel usado y Sobre mis cienes tenía puntos de piedreria brillante. El cabello corto sobre mis hombros dejaba ver mi clavícula más notoria, encima de ella bajaba desde una gargantilla negra una cadena algo pesada que se acomodaba en medio de mis senos desnudos para juntarse con un extremadamente corto delantal vino tinto que lograba cubrir las diminutas bragas negras. Si me obseravan desde atras, únicamente se podría ver la delgada línea de las bragas sobre mi cintura.

Esto era degradante ¡Uhhh! Anque ya me hubiera acostumbrado, era asqueroso saber que a través de mi Aron cumplía sus más retorcidos pensamientos. Di una última mirada a mi figura frente al espejo " ahora si era una puta" una puta golpeada, pues eso lo confirmaba los golpes en mi rostro y cuerpo que aún bajo todo el maquillaje puesto se podían observar.

Respire hondo y giré mis pies para salir de mi calabozo, pero tropecé haciendo que las borlas sobre mis pezones se movieran con intensidad, parecían lo que suelen llevar los cordones de las cortinas normales en la puntas. Pero eso no era lo que había hecho que mi cuerpo se pusiera rigido, si no el cuerpo tumbado del hombre con sus ojos aún entre abiertos que guardaban clemencia ante la nada, su sangre saliendo desde un agujero en su frente; debería sentir remordimiento o algo parecido a la tristeza, pero ese no era el caso, el cabron se lo tenía bien merecido.

Flashback

- Que bien hermosura. Todo lo que tedisfruta el jefe y ¿no me darás una probadita? - el guardia que todas las mañanas me sacaba desde muy temprano se encontraba tras de mí restregando su miembro sobre mis nalgas. Sus manos sobre mis caderas dejando asquerosa salina sobre mis hombros

- ¡ Déjame imbécil ¿ Qué te pasa?! - di vuelta para apartarme de él. Pues había entrado al lugar sin avisar.

- ¡ Has silencio perra ! - gritas por lo bajo para que no lo escucharán.

Safandome de él después de forcejear tanto retrocedí unos pasos hasta chocar con la pared, a lo que le pareció gracioso y empezó a avanzar hacia mi, agarre un plato donde había traído algo de comida y al momento que se acercó lo estrelle contra suabeza haciendo que la comida volará y que de él brotará sangre.

-¡ Maldita ahora sí verás! - aseguró con los dientes apretados acercándose de nuevo y agarrando mi mano izquierda, estaba rojo de la rabia.

-¡ Dejame! ¡ Si Aron se da cuenta no sabes lo que te espera! - grite sabiendo que era verdad. Aron no me compartiría a menos que el lo decidiera y por supuesto no sería con ninguno de sus hombres, pues el sacaría ventaja como Demian.

- ¡ Cállate tu no sabes nada zorra! - me tenía sobre el catre a su merced. Aunque estuviera intentando safandome encima el hombre era muy grande, fuerte y pesado.

-¡ Dejame Aron te matará! - su cuerpo ya estaba sobre el mío restregándose y podía sentir su miembro sobre !i intimidad, pues yo si estaba desnuda siempre.

- ¡ Zorra asquerosa. Él ni se va a enterar! Además me encendiste mientras te veía desde afuera - acaso me está observando el muy depravado. Claro como estaba anonadada hayandole forma a el atuendo de hoy ni me di cuenta.

Seguía restregándose y dejando saliva por mis hombros y cuello mientras yo forcejeaba y pataleaba.

- que rico sabes zorra - seguía hablando como un hambriento.

Lo siguiente que vino fue el sonido de un disparo y el ardor sobre mi piel al costado izquierdo unido al grito escandaloso del hombrebre sobre mi.

- ¿Sabe excelente verdad Dent?-era la voz de Aron - ¡ Contesta! - moví suuerpo hacia un lado dejando ver a Aron

- S Se Señor pr perdon, N No no volverá a suceder. Perdón señor- decía el tal Dent retorciéndose del dolor de labala que había atravesado sus costillas y rosado las mías

- por supuesto que no volvera a suceder - Aron termino su sentencia con un disparo sobre la frente del hombre y un pitido ensordecedor en mi oídos.

Solo podía observar al hombre con sus ojos abiertos en suplica mientras la sangre empezaba a emanar, con mis pies empuje su cuerpo fuera del catre callendo al piso. Mire a Aron algo petrificada ¿ Y si le hubiera disparado en la frente cuando estaba encima mío? Esa bala hubiera encajado justo en mi cerebro luego de atravesar la suya.

Trague saliva mientras seguía viendo a Aron y este simpleente se limito a decir:

- Alistate. Mandaré por ti en una hora - salió del lugar, así dejando el cuerpo sin vida ahí mientras yo tendría que alistarme.

Fin flashback

No sentía ni un deje de tristeza o lastima por el maldito. A este punto no lo sentía por nadie, sus ojos hacían recordar la clemencia que yo había pedido durante todo este tiempo, pero sabia que tristeza ajena no sentía y no sentiría hora tristeza de mi, por el contrario, esto me debia a ayudar a formarme de nuevo, no como la mujer tonta que dejaba que todos la usarán y que tampoco habia hecho nada por ella misma, si no como la mujer que no se dejaría amedrentar por nada ni nadie y eso justamente haria cuando saliera de aquí.

Aspire todo el aire que pude y viendo mis pies con los tacones negros tome impulso con el derecho y lo estrelle contra el abdomen del hombre dejando salir el aire que contenía, tome de nuevo impulso pero está vez le clave la aguja del tacón en el vientre, lo saqué y limpie el taco en su ropa - ahí tienes lo sabrosa que te supe mal nacido - le dije al cuerpo frío en el piso.

- El jefe te quiere arriba ya -otro hombre de Aron hablo mientras observaba el cuerpo en el piso. Su cara tensa, demostraba la extraña de ver a su amigo muerto.

Levante mi pie y con la punta empuje el cuerpo para que quedará boca arriba dándole una mejor imagen al hombre junto a la puerta. Pase por encima de Dent y salí del sitio, camine por los largos pasillos con la mirada del hombre detras, guiándome por sus indicaciones encontrándome de lejos con el gran reloj que solía ver al pasar por el pasillo que conducía a una sala de estar donde siempre me esperaba Aron.

Desde esa distancia y por el eco que proporcionaban los extensos pasillos, se escuchaba el Tic TAC del segundero del reloj mientra me acercaba a el, siempre odie ese sonido y aún más en mi cautiverio o peor aún cuando se unían al compás de las punzadas de la migraña, aunque yo no sabía que era lo que el día deparabá para mí tras esa entrada justo frente al reloj la cual era la unica, no podía perder mi cordura, si quería pocos golpes solo debía obedecer ..pero aún sin saberlo, ese día perdería la última llama que me quedaba.

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