capitulo 53

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Demian

Caminé hasta el lateral de la cama, con sus ojos puestos en mis movimientos además de una sonrisa pícara. Hice mover el colchón al subir en el, encerré sus piernas en las mías, puse una mano en la cabecera de la cama y con la otra tome su mentón.

- ¿Quieres volverme loco? -Su mirada era fija y juguetona

Me acerqué hasta que nuestros rostros quedaron cerca. Me retiré a causa de  su dedo índice  que puso en mi pecho mmoviendolo lentamente hacia abajo... me estaba provocando.

- No hagas algo de lo que te arrepientas después - detuvo su dedo y sonrió manipuladora.

- No espero arrepentirme - solté y me dispuse a llegar hasta su cuello dejando uno tras otro beso.

Escuché un suspiro seguido de su mano ponerse a un costado de mi cabeza jugando con mi cabello.Seguí bajando hasta llegar a la curva de sus senos, quería hacerla mía, su cuerpo decía que quería ser mío; pero como siempre Matt era experto en arruinar los mejores momentos.

- Necesito que firmes un par de cosas. Es importante -  desapareció de la entrada de la habitación.

- Siempre hay que firmar papeles - dije calmando mi respiración y cansada mente separándome de Maddy para salir del lugar.

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Su cuerpo yacía plácidamente entre las sábanas, su cabello desperdigado sobre las almohadas, se veía en completa tranquila, una tranquilidad que al final de sus sueños se veía interrumpida por sus más oscuras pesadillas, donde pocas veces la calidez de los rayos del sol marcaban su piel, pues el resto del tiempo ella prefería estar en penumbras.

Puso sus ojos en mi, la conexión fue tan genuina y aunque durara pocos segundos, pude ver con claridad lo poco que dejaba ver a través de ellos, pese a sus lágrimas que se avecinaban  a resbalar, dejo por un instante que supiera lo frágil que se encontraba, pero el conocimiento seguro que teníamos los dos de que yo siempre estaría justo en ese momento que su alma dejaba atrás cualquier osadía de luchar contra lo que era y pretendía ser, la calmaba pero aún más la llenaba de ira llevándola a poner una marcará de hielo soportando cualquier adversidad. El que yo fuera quién estuviera justo en el fondo de su lucha, era lo que hacía que la frialdad la gobernará, a lo mejor esperaba que fuera alguien diferente a mí quién la sostuviera o para lo que se podía ver de ella, nadie... No quería que nadie estuviera en ese fondo oscuro y cargado de tanta emocionalidad y justamente eso era en lo que se estaba volviendo una experta. Cada vez se hacía más difícil predecirla o saber que pensaba, como si una mariposa se convirtiera en un águila queriendo desquebrajar cada parte de lo que yo era.

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Maddy

Mis ojos cerraron de nuevo dando paso a la oscuridad, él se mostraba como un alumno de prekinder intentando decifrar que hacer con las diferentes pinturas que su profesora le ofrecía.

Siempre expectante intentando decifrar mi siguiente paso. Este era el verdadero Demian, un hombre lleno de sentimientos queriendo brindar amor a la persona que él decía importarle tanto, un hombre sin retorcidos sentimientos ni pensamientos, un hombre comprensivo, que justo ahora se me presentaba como el sostén de mi  realidad latente, tan latente como las venas de los ojos de Alexander.

No quería que él fuera ese sostén y que cada vez que mis ojos se abrieran el sostuviera los recuerdos de los meses pasados y que a la vez me brindara tranquilidad. No lo negaba, justo en ese momento sus ojos brindaban  calidez y comprensión, pero sabía que yo era más fuerte, si no, entonces nada había aprendido durante los últimos meses.

Aparté todos esos sentimientos que avecinaban con desquebrajarme. ¿Por  cuánto tiempo tendría que esperar a Tito? ¡Quería que viniera por mi, ya!

- Al parecer eres de importancia en tu oficina - dije aún con mis ojos cerrados - y de suma urgencia en los proyectos.

- si, eso parece - respondió dejando una gran pausa antes de hablar - Ante tu urgencia porque desaparezca de escena, te digo que no me iré de aquí, no hasta que te vea completamente sana.

- No deberías de descuidar tus asuntos , no se sabe qué podría suceder sin ti al frente - abrí mis ojos girando mi rostro para poner mi mirada sobre él - puede que sea en vano.

- Aún si lo fuera, habría valido la pena - con los brazos cruzados, su compostura tensa siguió hablando -  entiéndelo, yo te Amo.

No esperaba que me recordará su declaración, salió de la habitación hecho una furia.

        " Puede que sea en vano"

Y lo seria, llegaría el día en que no pertenecería más a esta casa, de todas formas no lo hacía.

Algunos rayos del sol entraban por la ventana, me detuve viéndolos mientras percibía como calentaba centímetros de mi piel, hacía un par de semanas no tenía el pensamiento de poder sentir el sol y ahora alojando se en la piel de mi pierna me recordaba todo lo que tuve que hacer por adquirir justamente este momento. Disfrute unos minutos más  de la sensación y luego con cuidado puse mis pies sobre el piso encaminandose hacia el baño.

Hoy disfrutaba de todas las comodidades que no pensé volver a tener, hoy tenía que empezar de nuevo, disfrutar mientras pudiera de todo esto, hoy volvería a conectar mi cuerpo y mente y no dar otro pie en falso. Lo que había sucedido la noche anterior apenas si había Sido un desliz, no podía decir que no volvería a pasar, la atracción seguía existiendo entre Demian y yo, pero no podría ser de la misma forma que en la flamante luna de miel, eso ya no sería amor, solo sería un medio para conseguir un bien común.

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