capitulo 10

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    La puerta se abrió de golpe, Demian entro y jalo de mi tobillo dejándome en el borde de la cama donde me  agarro por el cabello y empezó a dirigirme a un lugar de la casa  en el primer nivel.

   ¡Suéltame !- decía mientras pasamos la cocina saliendo por una puerta,  detrás de la casa había una pequeña choza si así se le podía llamar.

  Abrió la puerta, alce la vista al lugar y era espantoso, con goteras, no tenía piso; era apenas de tierra y piedras, olía a humedad. Los ladrillos de las paredes estaban desgastados y en una de estas se encontraban gruesos  barrotes de madera pegados.

- Quítate la ropa --- dijo Demian, pero no le hice caso, estaba absorta del lugar.

  Soltó mi  cabello empujándome dentro y empezó a desnudarme.

 - Que haces, Suéltame --- le pedí --- ¡ Suéltame ! --- pero no me prestaba atención.

- ¿No sabes acatar una orden... verdad Maddy? --- soltó aun ocupado en mi ropa  ---- ya veremos si sigues evadiendo mis ordenes --- rompió mis bragas ----  ¡ te dije claramente que no te acercaras a Lily !---  decía mientras  me acercaba a la mojosa madera.
 
  Estaba bastante nerviosa. El empujo mis hombros hacia abajo para que me pusiera de rodillas y con su gran fuerza a pesar de mis movimientos contra él, logró que cediera. Mis rodillas dolieron cuando tocaron la tierra y minuciosas piedras se enterraban en ellas al igual que en mis manos.

  ¿Qué sucede cuando no haces caso a una orden maddy ? --- preguntó ---- ¿qué haces? --- yo seguía sin responder ¿ Qué esperaba que dijera?.

   Temblaba del frío que entraba por una reja que había divisado unas vez estuve de rodillas.

 - Maddy...¿ encerio eres tan estúpida que ni siquiera eres capas de responder una simple pregunta?  - dijo arrogantemente -Te lo diré - dijo agachándose  a mi altura, tomó mis muñecas con una mano y con la otra alzó mi rostro --- cuando no haces caso, te atienes a las  consecuencias.

  
 - Te quedaras aquí hasta que tomes una desición. O haces caso a mis ordenes o  te espera un futuro agobiador pequeña Maddy --- dijo levantandose con con mis brazos , haciendo que recordara las  palabras que dijo la primera vez que lo vi. 

  Sujetó mis muñecas con una cuerda y luego amarro esta a la  madera mojosa de manera que mis brazos quedaron extendidos en el aire, luego hizo lo mismo con mis pies amarrando mis tobillos a unos arneses ubicados en una madera detrás de mi.

 -  ¡Dejame ir !  ¡ Déjame ir, por favor - suplicaba angustiada - te lo pido por favor - mi voz ya era casi gutural.

    Se  puso tras de mi y sentí sus dedos undirse ligeramente en mi intimidad. Solté un grito  por lo seco que estaba dentro y eso pareció exitarlo mas ,  siguió el ritmo con su dedo hasta que mi interior empezó a responder a su manoseo, sentía rabia saber que mi cuerpo no tenía control.

   luego  introdujo otro dedo mas y mis lágrimas ya hacían presencia. Empece a llorar y el paró, pensé que había terminado pero luego escuche el dindineo de lo que parecía un metal, me tense y el pasó sus dedos de nuevo por mi entrada, abrió campo e introdujo algo en mi interior, era bultoso y bastante frio, después introdujo otra parte que se sentía igual  a la forma anterior.

  Después de unos minutos percibí un peso en mi interior, mas lágrimas rodaban por mis mejillas y solté un sollozo el cual frene de golpe  al sentir algo de placer. Demian soltó una risa y jalo mi cadera produciendo otra sensación de esas.

¡  Oohhh !  --- Salio de mis labios. mis mejillas se pusieron calientes y las sentía rojas de la vergüenza, volvio a jalar y apreté mis labios aguantando un gemido que pronto salio enrollado al sonido del  dolor de las heridas que ya tenía en mis labios.
  
  
  -  Para por favor ¿ Por qué me haces esto?- dije en un susurro, sintiendo la exitacion en mi interior. No quería que fuera de esta manera ---¡ahhh ! ¡ ¡oohh! --- Seguía saliendo de mi boca.

  Demian siguió riendo y luego se levanto, amarro una tela en mi boca, salio por la puerta y escuche que cerro con candado.

Si me movía, sentía un jalón y seguido salia un gemido provocado en mi  cuerpo, así que opte por no moverme, pero era inutil las rodillas dolían por el lugar donde estaban reposadas y mi cuerpo no conseguía acoplarse al objeto que se encontraba en el, ni siquiera podía respirar profundo.

   Pasadas las horas por lo que pude percibir debido a la luz que se colaba por las rendijas en la pared, noté que ya era de noche, tenía demasiado frío y el sueño ya había aparecido, mis ojos se cerraban solos seguido del jalón provocado por mis brazos  colgados de la madera haciéndome volver al lugar con otro gemido.

 

  

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