Para nada me imaginaba acabar encontrándola aquí. Y además, acabar en el mismo grupo. No es que tengamos una gran relación, pero tengo la sensación de estar de alguna forma unido a ella. Quizás por la simple razón de que es la única persona que conozco, o quizás porque ella me conoce más de lo que yo creo, y en cambio yo solo sé su nombre. Sea la razón que sea, es así. Y aun así, no me he atrevido a decirle nada y ni siquiera a saludarla.
- ¿Y ahora qué? –dice la chica que se encontraba conmigo en la habitación antes de que llegara Sara, si no recuerdo mal se llama Marina.- ¿A qué estamos esperando?
- No sé, dijeron que ya nos avisarían –dice la chica que iba con Sara. Ha dicho que se llama Ris.
- Yo ya estoy deseando empezar con esas "pruebas simuladas"-dice Mike, el otro chico aparte de yo, petándose los dedos de las manos y con una sonrisa macabra en el rostro.
Comparto con él habitación y la verdad es que no es muy agradable. El primer día me dijo que acabaríamos siendo como hermanos. Enseguida pensé en Cassie y Rebeca, y en que nadie jamás llegaría a ser como ellas, nadie llegaría a substituirlas. Jamás. Yo solo le sonreí. En esos días aún estaba muy afectado por lo de mi familia, solo podía pensar en ellas y en lo culpable que me sentía. No es que ahora me haya vuelto insensible a ese tema y que ya no me afecte. Si no que he cambiado la forma de ver las cosas. No tengo porque sentirme culpable el resto de mi vida por eso. He decidido centrarme en mí, el pasado se queda en el pasado. Aunque tampoco jamás voy a dejar de pensar en ellas ni dejar de quererlas.
- Buenos días, chicos –se oye a través de los altavoces.- Espero que todos ya os encontréis en vuestras habitaciones de grupo, ya que vamos a proceder con la explicación: Esas sillas que seguramente os estaréis preguntando para qué sirve son la clave de todas las simulaciones. Cuando os indique debéis sentaros cada uno en una y bajar el casco que se ajustara en vuestra cabeza. Vuestras mentes se fusionaran en una y también con los demás chicos y chicas que se encuentren conectados en las sillas. Entonces apareceréis en una especie de mundo virtual creado por vuestras mentes. Una vez allí, os contaremos lo que tenéis que hacer.
Toso y cuando me miro la mano vuelvo a tener unas gotas de sangre. Desde que he entrado en este Proyecto que me encuentro extraño.
- ¿Estás bien? –me pregunta Ris, que se encuentra a mi lado, observándome la mano.
- Sí –la verdad es que no sé si estoy bien o mal, pero tampoco quiero preocupar a nadie y aún menos a mí mismo.
- Ya podéis escoger una silla y prepararos para entrar en vuestras propias mentes –continúa la voz que proviene del altavoz.
Todos hacemos lo que nos dice. Nos sentamos en la silla y automáticamente bajan una especie de cascos, que, tal y como han dicho, se ajustan hasta quedar a la proporción de nuestra cabeza. La verdad es que aprieta un poco. Salen dos cables, cada uno del lado del casco, con una ajuga en cada extremo. Las ajugas se colocan en las sientes y con un movimiento rápido y brusco se introducen en el interior de la piel. Siento un dolor intenso allí donde se han introducido y entonces todo es oscuridad.
Parece que todo da vueltas a mi alrededor. Hasta que por fin todo vuelve a su sitio. Me encuentro en un paisaje destruido. Es una ciudad. Es mi ciudad. Se encuentra toda en ruinas, parece como si hubiera pasado un tornado o un bombardeo. No hay ni un alma por la ciudad. Aunque no es de noche el día es oscuro. El cielo esta encapotado por una capa de nubes y un frío viento se cuela entre los edificios. Me fijo que todos mis compañeros se encuentran a mi alrededor, pero no hay ni rastro de los demás.
- Bienvenidos a vuestras propias mentes, chicos. En un lugar de esta gran ciudad destruida os encontráis vosotros, nueve grupos más y una simple bandera roja. En esta primera prueba no hay tiempo. Se acabará cuando alguien coja la bandera. Debéis intentar ganar y trabajar en equipo. El grupo ganador obtendrá una puntación de quince puntos. Una vez pasados las cuatro meses, el equipo que más puntos tenga, tendrán el honor de ser los primeros de bajar al nuevo mundo. –Hace una pausa.- Ya podéis empezar, mucha suerte a todos los equipos.
No es que sea un gran premio bajar los primeros, la verdad. Ya que al fin y al cabo todos acabaremos yendo. Sin embargo, supongo que es una buena motivación.
- Eh, chicos, venga, tenemos que ganar –dice Mike.- Nos dividiremos en dos grupos. Yo iré con Ris; Nick, Marina y Sara, vosotros iréis por otro lado.
- ¿Qué te crees? ¿Qué te has convertido en el líder o qué? –le suelta Marina, acompañado de un soplido.
- Obviamente, si no es que estáis ciegos, sabéis que sin mí no podremos ganar. Así que dejaos de chorradas y vamos a ganar esta prueba.
Nadie dice nada y se va por su lado. Pero obviamente, nadie lo soporta. No conozco mucho a Ris, pero se ve que no es una chica que se deje manipular ni dejarse llevar por un tipo como Mike.
Cuando llevamos un rato andando, Marina dice:
- ¿Cómo lo aguantáis? ¿Por qué dejáis que se comporte así? Creyéndose el centro de todo –lo dice con una mueca en la cara.
- Porque Mike es así. Durante los días que he compartido habitación con él me he dado cuenta de que no tienes que discutirle las cosas. Déjale hacer la suya y te dejará en paz.
Marina no dice nada más, pero sé que no está de acuerdo con lo que le he dicho.
Seguimos avanzando por la ciudad en ruinas. Creo que ya ha pasado un poco más de una hora desde que hemos salido. Sara no dice nada. Parece diferente de la primera vez que la vi, más demacrada y dolida. No sé por qué, pero me siento como si yo tuviera la culpa, aunque no tiene ningún sentido ya que yo no le he hecho nada. Y por alguna otra razón me siento responsable de ella.
- ¡Eh, mirad! –grita Marina, interviniendo mis pensamientos.
- ¿Qué ocurre? –dice Sara.
- Allí dentro, ¿no lo veis? –dice señalando el interior de un edificio.
Y entonces veo una tela roja que ondea entre los escombros.
- Debe ser la bandera –exclamo. No puedo creerme que hayamos sido los primeros en encontrarla.
Corremos hacía ella. No es que tengamos prisa, pero aún tendríamos la mala suerte de que alguien se nos adelantara en el último segundo y se llevaran ellos el mérito.
Sin embargo, una vez en el interior, vemos que solo es una simple tela rasgada y sucia. Al estar atravesada por los hierros que sobresalen de una gran parte de edificio destrozado parece una bandera ondeando a causa del viento que se cuela.
- Vaya, parece que nos hemos equivocado. Tendremos que seguir buscando –dice Sara.
Entonces, todo empieza a dar vueltas a mi alrededor, y no es la misma sensación de cuando entramos en este mundo extraño creado por nuestras mentes. Me siento mareado y sin suficiente aire. La visión se me nubla y oigo las voces de Sara y Marina como si estuvieran a una gran distancia de aquí. Me apoyo a una pared, siento que estoy perdiendo el equilibrio. Toso, y cuando lo hago siento que me duelen los pulmones y la garganta. Allí hacía donde he tosido se ha quedado manchado de pequeñas gotitas de sangre. Entonces, pierdo la fuerza en las piernas y caigo al suelo. Siento como el pecho me sube arriba y abajo, intentando encontrar y contener el aire en los pulmones. Oigo las voces de mis compañeras a lo lejos. Lo veo todo borroso, pero aun así distingo a Sara sentándose a mi lado para ver si estoy bien. Pero no lo estoy.
- P
![](https://img.wattpad.com/cover/139880995-288-k556845.jpg)
YOU ARE READING
En Órbita
Science Fiction"¿Alguna vez habéis sentido la necesidad de escapar de dentro de vuestro propio cuerpo, de dejarse arrastrar por el viento y no preocuparos por nada; tan solo de dejarse llevar por la corriente? A veces, a mí me gustaría ser algo tan simple como una...